El segundo debate presidencial volvió a acaparar la atención televisiva. Tal como había sucedido el domingo 13, la transmisión en directo del último encuentro entre los diferentes candidatos de todos los canales de TV abierta -excepto Telefe- y de las señales informativas de la TV paga se llevó todas las miradas, a una semana de la elección presidencial. Al punto tal que hubo más televidentes viendo este segundo debate en la facultad de Derecho que el del domingo anterior, cuando se realizó en la Universidad Nacional del Litoral.

El mayor encendido televisivo del domingo se produjo por la noche, justo en el momento en que se realizó el debate presidencial. A las 22, el encendido entre TV abierta y cable alcanzó el pico de 61,3 puntos, de los cuales la TV abierta concentraba 24,5 puntos y las señales informativas de cable el 18,3. El domingo anterior, por ejemplo, el pico de encendido no había alcanzado los 60 puntos: fue de 59,9 puntos a las 22.15, de los cuales 24,8 puntos sintonizaban la TV abierta y 16,8 las señales de noticias.

Esta vez hubo mayor encendido televisivo y más cantidad de gente eligió verlo por la TV paga. De los 30 puntos promedio que había sumado el debate del domingo 13, sumando todas las señales, ayer el rating de la totalidad de la audiencia de esos mismos canales transmisores superó los 33 puntos. Parece que cuanto más cerca la elección, mayor interés en el debate.

Según la información suministrada por Ibope Kantar, C5N fue el canal de cable que lideró las mediciones, con un promedio que volvió a estar cerca de los 8 puntos. De hecho, el pico máximo de audiencia del debate en un canal -TV abierta o cable- fue en la pantalla de C5N, donde la transmisión alcanzó los 8,7 puntos, justo en el momento del análisis de su equipo periodístico. Al parecer, interesó más lo que tenían para decir sus periodistas y analistas que los mismos candidatos. Un síntoma.

Si bien se fue sumando audiencia a medida que avanzaba el debate, a partir de las 21.30 el rating se mantuvo relativamente estable, aunque volátil cuando llegó la primera y larga pausa. Allí, el público eligió con el zapping qué análisis seguir. A las 22.07, por ejemplo, en el cable lideraba la audiencia C5N con 8,2, seguido por TN con 3,4; Crónica HD con 1,5; A24 con 1,3, Canal 26 con 0,6 y La nación+ con 0,5. El pico de encendido de las señales informativas argentinas que transmitían el debate fue en ese momento de 15,5 puntos.

En la TV abierta, el rating lo encabezó Telefe, que al igual que el domingo anterior no transmitió el debate y apostó a la dupla Lizy Tagliani y Susana Giménez. El precio justo especial domingo promedió 7,9 puntos, mientras que Susana Giménez hizo 7,1.

Entre los que se hicieron eco del debate, El Trece lideró la transmisión con un promedio de 7,1 puntos y un pico de 8,3. Lo siguieron América con 3,8, la TV Pública con 2,8, El Nueve con 2,1 y Net TV con 1 punto. En total, los canales abiertos que emitieron el debate sumaron 16,8 puntos, exactamente 1 punto más que el domingo anterior.

Lo que quedó claro en estos dos debates realizados y televisados es que el público argentino no distingue entre TV abierta y TV paga al momento de informarse. Y que la TV abierta acapara la audiencia en vivo cuando tiene derechos de exclusividad, pero no cuando el mismo contenido periodístico se puede sintonizar en cualquier canal. Hay una fidelidad informativa mayor en la TV paga, producto de la transmisión las 24 horas y de líneas periodísticas, que la que existe hoy en día en la TV abierta.