Los controles cambiarios no fueron efectivos para contener la demanda de divisas del mercado interno. En septiembre hubo un record de 1.690.000 ahorristas que compraron moneda extranjera por un monto de 2891 millones de dólares. La cantidad de individuos que adquirieron divisas subió 30 por ciento respecto de agosto y el monto comprado marcó un alza de 50 por ciento. En agosto se habían demandado 1873 millones.

La expectativa de devaluación se encuentra desatada en el mercado interno y la cotización del dólar comercial cercana a los 60 pesos resulta cada vez más inviable. El Banco Central sigue sacrificando reservas para contener la devaluación del oficial, mientras se le escapan el resto de las cotizaciones financieras (ver aparte). El esquema de controles aplicado a partir de septiembre no fue eficiente para moderar la salida de divisas de la economía y recuperar cierto nivel de confianza entre ahorristas e inversores.

El Banco Central publicó este martes el informe del balance cambiario. Este reporte tiene datos claves para entender la dinámica de la fuga de capitales y el ritmo de desgaste financiero que atraviesa la economía local. Los datos impactan: 30 por ciento más de compradores y 50 por ciento más de monto demandado. No son los únicos puntos que encienden las alertas de los consultores y economistas de la city.

Los sectores agroexportadores deberían haber acelerado su ritmo de liquidación pero no se observa en las estadísticas. Las ventas de divisas del complejo agroexportador bajaron 20 por ciento respecto de agosto. Puesto en números duros: el campo ofertó 437 millones de dólares menos en septiembre en relación con lo que había ofertado en agosto. La obligación de acelerar los plazos de liquidación de la cosecha por el momento tampoco fue efectiva para incrementar la cantidad de divisas que se vuelcan al mercado.

La tendencia de caída de las reservas internacionales fue otro de los datos preocupantes en el informe. “Las reservas marcaron un retroceso de 5397 millones de dólares en septiembre. La explicación principal fue la disminución de 2440 millones de dólares de los encajes (depósitos en moneda extranjera de los bancos en cuenta corriente del Central)”. La pérdida de confianza de los ahorristas generó un fuerte retiro de divisas de las cajas de ahorro.

El segundo elemento que potenció el retroceso de las reservas de la autoridad monetaria fueron los pagos de deudas en moneda extranjera. El Tesoro desembolsó el mes pasado 1493 millones de dólares para cancelar pasivos con acreedores. “El Tesoro Nacional realizó pagos de capital e intereses de deuda entre los que se destacaron Letes por 869 millones y pagos a Organismos Internacionales por 368 millones. Por su parte hubo una entrada de deuda de 147 millones correspondientes a Organismos Internacionales”.

Las ventas de divisas del Central para intentar contener la escalada del tipo de cambio fueron el tercer foco de presión para las reservas. “Se realizaron ventas netas a entidades bancarias (intervenciones en el mercado de cambios) por 1322 millones de dólares”. El Central a pesar de haber aplicado controles no consiguió frenar las presiones para el tipo de cambio y en la última parte de septiembre aceleró el ritmo de intervenciones.

El último día de septiembre fue el de mayor oferta. Se remataron 204 millones de dólares de las reservas. La cifra resulta impactante: se trata de un monto equivalente a lo que reciben durante todo un mes más de 4 millones de titulares de derechos de la Asignación Universal por Hijo. Este desacople entre la economía real y la financiera es uno de los principales puntos de presión para recuperar la estabilidad del mercado interno. Las medidas de estos últimos meses no consiguieron reordenar ninguno de los desequilibrios.