El presidente de Chile, Sebastián Piñera, firmó este domingo los decretos necesarios para levantar el estado de emergencia que regía en varias regiones del país. La medida era exigida por la oposición chilena y varios organismos de derechos humanos, sindicatos y agrupaciones estudiantiles. Mientras tanto, se produjeron nuevas y masivas movilizaciones en las calles de Chile, esta vez con epicentro en Valparaíso. Los cientos de miles de manifestantes que intentaban llegar al Congreso fueron reprimidos por las fuerzas policiales, con carros hidrantes y gases lacrimógenos. En el Parque O'Higgins de Santiago, decenas de miles de personas se congregaron en una jornada cultural que recordó a figuras de la música popular chilena, como el mítico cantautor Víctor Jara y la banda Los Prisioneros.

"Con el objetivo de contribuir a que Chile recupere la normalidad institucional, el presidente de la república ha firmado los decretos requeridos para que, a partir de las 00.00 de este lunes 28 de octubre, se levante el estado de emergencia en todas las regiones y comunas que se había establecido", indicó Presidencia a través de un documento oficial.

 Todas las regiones chilenas (a excepción de la austral Aysen) llegaron a tener sus calles pobladas por destacamentos de las Fuerzas Armadas. La presencia de los militares, que posteriormente se acompañó con toques de queda que fueron finalmente suspendidos el sábado, provocó un fuerte rechazo en la sociedad. Piñera había decretado el estado de emergencia por primera vez desde la vuelta de la democracia, tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Ahora, tras pedirle la renuncia a todo su gabinete , el presidente debe anunciar los cambios que hará en su gobierno, fuertemente cuestionado por la falta de empatía para hacer frente a las demandas sociales. Se espera que los nuevos anuncios complementen el paquete de medidas que anunció a mitad de la semana pasada (que incluyeron un aumento del 20 por ciento en las pensiones básicas, el incremento de los impuestos a los más ricos y una disminución en el número de parlamentarios) y que muchos chilenos consideran insuficiente.

"El baile de los que sobran" 

Mientras Piñera levantaba el estado de emergencia, las calles se poblaban de manifestantes, en el décimo día consecutivo de protestas en Chile. Cientos de miles marcharon el domingo en la región de Valparaíso, rumbo al Congreso. Bajo la consigna "La marcha más grande de la Quinta (región)", los manifestantes hicieron el recorrido con banderas chilenas y gritando la consigna "¡Chile despertó!", mientras unos quinientos motociclistas se sumaban en el trayecto. 

Los primeros manifestantes que llegaron a Valparaíso se situaron cerca del edificio del Congreso, donde la Policía había montado un operativo de seguridad que cortó la circulación de vehículos en varias cuadras a la redonda. El operativo no fue suficiente y fue necesaria la represión con camiones hidrantes y gases lacrimógenos. El propio alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, criticó la represión por parte de las Fuerzas Especiales. "¿Carabineros y el gobierno? Reprimen y gasean a familias porteñas sin ninguna justificación ¡Es inaceptable!", expresó a través de Twitter.

Mientras tanto, unas 30 mil personas se reunían en un concierto que tuvo como clímax "El baile de los que sobran" , el tema del grupo Los Prisioneros que se convirtió en el himno de las últimas manifestaciones. Familias enteras de chilenos llenaron la explanada del Parque O'Higgins de Santiago, para llamar la atención de la casta política chilena, al ritmo de artistas locales como Cami, Moral Distraída, Illapu y, por supuesto, Los Prisioneros.

Uno de los momentos más emotivos llegó con el minuto de silencio por los 20 muertos que hasta el momento dejaron como saldo las protestas. Durante ese minuto, el público permaneció con las manos arriba, entre la multitud de pancartas que reunían los principales reclamos de los manifestantes, desde mejores pensiones y salarios hasta la salida del presidente Sebastián Piñera y el pedido de una nueva Constitución. 

Luego de los discursos de representantes de sindicatos, estudiantes y otras organizaciones, llegó el cierre a cargo de la banda Los Prisioneros. "Únanse al baile de los que sobran, nadie nos va a echar de más, nadie nos quiso ayudar de verdad", dice el estribillo que retumbó en Santiago al mediodía, la parte de la canción con la que la gente se ve más reflejada.

El balance desde que estallaron las protestas en la noche del 18 de octubre deja más de un millar de heridos, casi la mitad por impactos de armas de fuego (bombas lacrimógenas, postas de goma o balas) y más de 3 mil detenidos, según las cifras del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), un organismo público pero independiente que monitorea las protestas.