Sudáfrica se consagró este sábado como nuevo campeón mundial de rugby, tras vencer en la final de la Copa del Mundo a Inglaterra en el Yokohama Stadium de Japón. Fue una victoria holgada: 32 a 12, que permitió a los Springboks sumar su tercer título mundial.

Los tries de Makazone Mapimpi y Cheslin Kolbe y las conversiones y seis penales de Handré Pollard sirvieron al seleccionado sudafricano para imponerse a una Inglaterra que apenas pudo sumar a través de cuatro penales de Owen Farrell. El primer tiempo había terminado con un parcial de 12 a 6 para los ganadores.

El triunfo de Sudáfrica, actual campeón del Rugby Championship, fue inobjetable, ejerciendo una enorme presión y dominando claramente las formaciones fijas, tackleando sin pausas y con enorme efectividad.

Los británicos habían llegado a este partido como favoritos luego de su sorpresiva victoria ante los All Blacs en semifinales por 19 a 7. Su entrenador, Eddie Jones, pierde por segunda vez una final del mundo: en 2003, como coach de Australia, había caído, justamente, ante Inglaterra.

Un día antes, Nueva Zelanda se quedó con el partido por el tercer puesto tras derrotar a Gales por 40 a 17. Los All Blacks venían de ganar los mundiales de 2011 y 2015 en forma invicta, y la caída con Inglaterra fue la primera en un mundial desde la derrota con Francia en los cuartos de final del mundial de 2007.

Luego de nueve copas del mundo, Sudáfrica y Nueva Zelanda son los máximos ganadores de la Copa William Webb Ellis, con tres títulos. Los All Blaks se quedaron con el primer mundial, en 1987, y repitieron en las dos ediciones anteriores a esta.

Final del partido: Sudáfrica es el nuevo campeón mundial de rugby. EFE

Los sudafricanos se alzaron con la copa como locales en 1995 (su primera participación, tras estar ausentes en los dos primeros mundiales por el boicot al apartheid), que Nelson Mandela utilizó para unir al país tras el fin de la segregación racial; y repitieron en 2007 en Francia, donde en la final vencieron a los ingleses.

Australia se quedó a su vez con los mundiales de 1991 y 1999, mientras que Inglaterra, campeón en 2003, es el único seleccionado del hemisferio norte que pudo consagrarse en el torneo.