El joven Braian Gallo --estigmatizado por pertenencia de clase color de tez y portación de aspecto-- se desempeñó como presidente de mesa. La institucionalidad le reconoce derechos y confiere deberes como ciudadano. Lo inviste con más equidad que mucha “gente”. Un mérito del sistema electoral que acumula muchos.

El Jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro del Interior Rogelio Frigerio lo describieron como arcaico. Otra condecoración para la normativa vigente.

Los cambiemitas promocionan el voto electrónico, quisieron imponerlo, fracasaron. La metodología está desacreditada en casi todo el mundo, se dejó de usar en importantes democracias. Favorece el fraude y una variante moderna de oscurantismo. Solo lo manejan especialistas, ata de pies y manos a las autoridades de mesa o fiscales profanas en la materia. La supuesta virtud es la celeridad , mucho menos importante que la certeza aunque se pregone lo contrario.

La tentativa del macrismo recibió críticas severas y agudas de varias ONGs especializadas. Incluso algunas ideológicamente afines al gobierno que en esta ocasión privilegiaron honrar su función específica. El ejemplo prueba que la sociedad civil argentina es bien sofisticada y no siempre binaria. Lección interesante para muchos… abarcando a quien les habla que sostiene sus reproches a esas ONG pero también reconoce sus méritos, cuando los detecta.

**

El desempeño del Gobierno y de la empresa escrutadora SmartMatic dejaron que mucho que desear. Metodología enmarañada, innovaciones superfluas o capciosas, obstrucción al control opositor. Fiscales, autoridades de mesa e integrantes del Poder Judicial pusieron coto a eventuales derrapes.

De nuevo: el sistema electoral es muy bueno, de los mejores del mundo. Chapeau a la Ley Sáenz Peña real existente. Sufragio universal obligatorio con voto femenino desde mediados del siglo pasado y voto joven ahora.

El saldo es tan habitual como formidable. Participación intensa que superó el 80 por ciento del padrón, porcentaje altísimo en cualquier lugar del planeta. Miles de argentines interviniendo como autoridades o como fiscales. La prensa atenta, la dirigencia opositora organizada… La jornada resultó un ejemplo de civismo. Tanto como en las PASO, el ganador se conoció en la misma noche del domingo.
El macrismo manipuló la hora de difusión, una tramoya habitual de los gobiernos, censurable pero de escasa entidad. Más graves son las irregularidades denunciadas judicialmente por los apoderados del Frente de Todos (FT). Maniobras con el voto en el exterior y ciudadanos impedidos de votar por adulteración de datos en los padrones. Corresponde investigar y sancionar si se comprueban delitos, rigiendo el principio “in dubio pro reo”.

Vale la pena subrayar y ensalzar que los abogados del FT no usaron la palabra “fraude” sino “irregularidades”. Los cambiemitas fueron menos prudentes años atrás cuando perdieron las elecciones para gobernador en Tucumán. O después de las PASO, cuyo veredicto les dolió: se desgañitaron gritando “fraude”. La gente de a pie puede opinar, equivocarse, macanear. Dirigentes, funcionarios y legisladores cargan con el deber de ser serios y cautos. Reclamar eso a unos cuantos referentes de JpC es pedirle peras al olmo.