El fundador de la low cost Flybondi, Julian Cook, sostuvo que se va del país porque no le gusta el peronismo, al que calificó como un “cáncer que destruye” a la Argentina. “El país es lindísimo. Es una pena irme, pero no me quedó otra”, aseguró el ejecutivo británico con buena llegada al actual gobierno, a partir de la cual en diciembre de 2016 logró conseguir rutas y frecuencias sin tener aviones y con un capital de 6000 dólares.

Cook, quien a fin del año pasado había dejado de ser CEO de la compañía, desde entonces se mantenía como uno de los directores. Sin embargo, lo violento de sus declaraciones generó que los accionistas de la polémica línea aérea, con record histórico en incidentes e incumplimientos en tres años de vida, le pidiera su inmediata renuncia

“Leí con consternación y decepción las recientes declaraciones personales de Julian Cook hacia las autoridades de gobierno actual y próximo. Estas fueron las opiniones individuales del Sr. Cook y no reflejan a Flybondi o sus accionistas. El Directorio de Flybondi solicitó y recibió la renuncia de Julian Cook como director. Flybondi no es una organización política”, dijo Peter Yu, socio gerente de Cartesian Capital Group, el mayor accionista de Flybondi.

La buena sintonía con el macrismo le permitió a la empresa que le autorizasen rutas y destinos cuando ni siquiera la compañía tenía aviones para cumplir con la operatoria. En diciembre de 2016, cuando se lanzó el programa de cielos abierto que el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, bautizó como la Revolución de los Aviones, Flybondi obtuvo aprobación para operar 99 rutas aéreas regulares nacionales e internacionales, pese que su capital social era de apenas 6000 dólares (96.000 pesos al tipo de cambio de ese momento). 

Flybondi contaba con dos dueños. El primero es el francés Richard Guy Gluzman, de estrechos lazos con el ex secretario de Coordinación Institucional de Jefatura de Gabinete, Mario Quintana. El funcionario se había desempeñado como presidente de Pegasus Argentina, mientras Gluzman fue el vicepresidente. Esta fórmula se repitió con la empresa Enflex SA y se invirtió para Entertainment SA. Gluzman dejó su cargo y se mantuvo a Cook como CEO.

Desde entonces, la empresa sumó cinco aviones pero muchos más incidentes en su operatoria. Según la web especializada Aviación Argentina, en solo 7 meses batió el récord de 853 vuelos con incumplimientos, una cifra única en el mundo. De esta manera, fue noticia por algo más que por sus precios bajos, aunque en cada incidente la empresa respondió desde la redes con campañas de ventas agresivas, disparando contra la líneas de bandera o los micros de larga distancia. 

Cook se destacó todo este tiempo como un provocador. En medio de la discusión por cuestiones de medioambientales, de seguridad y ruidos por parte de vecinos, por la instalación de la terminal aérea de El Palomar, el ex CEO de Flybondi había señalado que “si la gente no quiere tener ruido, no debería vivir al lado de un aeropuerto”. Flybondi fue la principal beneficiada con la obra de la terminal, que quedó para uso exclusivo de la low cost tras la crisis de Andes, la otra aerolínea que operaba allí.

Cook participa del grupo de WhatsApp integrado por ejecutivos de compañías bajo el nombre “Empresarios por el Cambio”, un chat de respaldo al gobierno macrista. En ese grupo el ejecutivo británico publicó: “Estimados, como todos, estoy triste por el resultado y no puedo creer que Cristina Kirchner volvió. Un día (la Argentina) va a salir del peronismo, un cáncer que destruye el país poco a poco desde hace décadas. Hoy no sé cómo va a seguir Flybondi con este gobierno K. Ya dejé mi posición de CEO y vuelvo a Londres en diciembre. Me quedo en el directorio, así que voy a seguir los próximos pasos de Flybondi y del país, pero de un poco más lejos”.

Pero el Directorio le quitó todo respaldo y Cook no seguiría en la empresa. “Es importante manifestar que las opiniones de Julian Cook son de carácter personal y no reflejan ni representan los intereses de la compañía. Nuestra lealtad es con nuestros pasajeros y con poder ofrecer viajes aéreos convenientes, seguros y accesibles para todos los argentinos”, comunicó la empresa. 

El actual CEO de Flybondi, Sebastián Pereira, ratificó el rumbo de la compañía: “nuestros resultados son producto de un trabajo conjunto con todos los gobiernos, nacional y provinciales, en pos de la conectividad del país. Y seguiremos en esa misma línea con las nuevas autoridades. Nuestro único compromiso es con el país, que está basado en un proyecto de inversión y crecimiento a largo plazo”.

 

La empresa incluso había buscado despegarse del macrismo. “El cielo es de Todos”, fue la campaña en redes que lanzó a horas del contundente triunfo electoral del Frente de Todos. “Habla mucho de la falta de seriedad de esa empresa”, criticó Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), entidad que denunció cada una de las irregularidades de la empresa. “Flybondi va a hacer lo que hacen estas compañías: irse de un día para el otro y a dejar a los trabajadores en la calle”, agregó. 

Aunque Cook busque culpar de su partida al peronismo, la debacle de Flybondi y de todo el modelo low cost comenzó bastante antes de las elecciones. Ya en agosto último, previo a las PASO, desmanteló su centro de operaciones en Córdoba“.