Las tierras pertenecen a una familia de apellido Arias. En 2018, ante el déficit habitacional en Joaquín Víctor González, en el departamento Anta, numerosos vecinos ocuparon un monte de los mismos dueños, esa vez acordaron que formarían un fideicomiso y compraron 11 hectáreas de tierra. Ahora los vecinos plantean que esa zona no es habitable. Basándose en una cláusula del acuerdo de compra venta, que establece que si el lugar no es apto, los deben reubicar, el 26 de octubre tomaron terrenos de los propietarios en otra zona de la ciudad.

Son 230 familias demandan respuestas. Flavia Bermudez es una de las vecinas de la toma. Contó a Salta/12 que este martes estuvo el propietario Pablo Arias junto a su abogada. "Quieren que nos vayamos adonde compramos", relató la mujer y dijo que no lo van a hacer porque no es habitable y es una zona contaminada a la que van a parar los desechos de las cloacas, "han hecho el desagüe de la ciudad", y está el basural.

La zona donde los vecinos compraron 11 hectáreas además no está loteada, ni tiene servicios de agua, luz o gas. Al haber comprado mediante un fideicomiso, contaron los vecinos que éste establecía que debían pagar un monto inicial, de $15000 por los terrenos y seguir pagando cuotas mensuales para que se haga el loteo, y se instalaran los servicios, recién cuando todo esto estuviera resuelto les entregarían los terrenos.

El año pasado un agrimensor les aseguró que las tierras eran aptas pero cuando fueron a verlas en estos días se encontraron con el lugar inundado "se hizo un canal natural por el que pasa el agua", explicó una vecina. El grupo reclama que los reubiquen o que les devuelvan lo que pagaron. Plantean que necesitan un lugar donde vivir y que los costos por los terrenos son muy altos en la ciudad.

La zona donde se instalaron ahora y donde pretenden quedarse, según les dijo el propietario, "ya tiene compradores". Con la apertura de la avenida Rivadavia en la ciudad, esos terrenos subirían de precios.

Las familias temen un desalojo, aunque no han sido notificados formalmente de una denuncia ni de que debían dejar el lugar. Permanecen, sin embargo, acampando en condiciones precarias, en algunos casos con niños y niñas y adultos mayores.

La Municipalidad no está tomando intervención en el conflicto, al que consideran de índole privada. Hubo un compromiso de limpiar los lotes, hacer las calles y conectar el agua para todos los terrenos cuando fueran dueños. Según explicó el secretario de Hacienda municipal," el municipio no incumplió nada porque aún no regularizaron la situación dominial".