La potencia de lo simple. La seducción de lo cotidiano, lo reconocible. Por esos lados transita la música de Rubel, uno de los cantautores brasileros que más resuenan en la actualidad. Oriundo de Río de Janeiro, el músico y cineasta de 28 años cautivó este domingo al público porteño a fuerza de canciones llenas de saudade y espíritu carioca, en dos funciones en Café Vinilo, con entradas agotadas. Fue su primer desembarco en los escenarios argentinos. “Amo Buenos Aires, ya conocía, pero estos son los primeros conciertos aquí. Estoy realmente muy feliz de poder traer mi música a otro país latinoamericano”, le dice Rubel a Página/12, luego de presentarse también en Montevideo.

Lo de Rubel es una canción muy conectiva, que se adhiere casi de inmediato. La fórmula, tal vez, tenga que ver con la sencillez de las melodías, lo universal de las poéticas –el amor, la juventud y la libertad- y la calidez de su voz. Pero, mejor, el principal logro de su canción es la actualización de la MPB y el radar atento a sonidos urbanos y contemporáneos, como el hip hop. “Creo que el hip hop es el género más rico, audaz y provocativo de Brasil. Aquí es donde están los mejores poetas en la actualidad. Los que son más hábiles con las palabras y los que tienen los discursos más pertinentes”, entiende Rubel, quien en su último disco, Casas (2018), hizo parcerías con los raperos paulistanos Emicida y Rincon Sapiência para escribir varias canciones.

“Crecí escuchando música tradicional brasileña. Mucha bossa nova, con Tom Jobim, Vinicius de Morais y Roberto Menescal. Después de un tiempo, me interesé más en Tropicalia y los movimientos de vanguardia, y me enamoré de Caetano Veloso, Gilberto Gil, Jorge Ben”, cuenta. En el escenario de Vinilo, Rubel repasó las canciones acústicas y folk de Pearl (2013), el costado experimental de Casas (ganador de un Grammy Latino) y adelantó algunas inéditas con aires de samba. A guitarra y voz y con una tranquilidad zen, el cantautor invocó al silencio con canciones pequeñas como “Nuvem” y “O velho e o mar”, y despertó suspiros con “Quando bate aquela saudade”, cuyo video en YouTube ya supera las 40 millones de visualizaciones.

Rubel forma parte de una nueva MPB que abraza a nombres como Cícero, Filipe Catto, Paola Kirst, Ana Cañas, Tim Bernarde, Criolo y Ian Ramil, entre otros. “La nueva música popular brasileña es sentimental, dulce y rescata una cierta tradición optimista, una voluntad de ver la vida a través de un buen prisma”, entiende este brasilero admirador de Astor Piazzolla y Fito Páez. “En mis canciones hasta ahora he dicho poco sobre política. Pero cada vez que puedo me expreso contra la intolerancia, el fascismo y cualquier tipo de postura o pensamiento antidemocrático, que lamentablemente es lo que se ha visto en estos tiempos en Brasil. El gobierno de (Jair) Bolsonaro representa un retroceso en nuestra historia política”, enfatiza Rubel sobre el proceso regresivo en Brasil y la región.