En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, analizó qué rol debe tomar el peronismo en la recta final hacia las elecciones. Así, en medio de una campaña “que se tensa al máximo”, con una oposición “serena” y un oficialismo que llena de mentiras la discusión pública, dijo: “El peronismo juega una vez más contra Estados Unidos y el enjambre de avispas venenosas del círculo rojo de acá. Como un equipo que sabe que el resultado le sirve, toca para los costados y juega con el arquero”.
El editorial de Víctor Hugo Morales
La campaña se tensa al máximo y los protagonistas son un peronismo sereno, manso, que no quiere hacer olas, y por el otro lado, la mafia de Clarín. El trabajo sucio para poner a Santilli arriba —más que por Santilli, para mostrar que el peronismo quería hacer trampa—, el fogoneo para reimprimir las boletas y, fundamentalmente, la extraordinaria mentira de los 25 mil millones de dólares que le entraban al gobierno por un negocio de inteligencia artificial en la Patagonia, esas fueron las herramientas de la semana.
Son días en los que parece que Cristina Kirchner no abre la ventana del balcón de su injusta prisión. Kicillof inaugura obras pero sin discursos fuertes. El peronismo sabe que todo lo hicieron ellos, los adversarios. Los inmensos corruptos del oficialismo. Narcos y ladrones que se han empantanado en el delito expuesto, y la impunidad les ha jugado en contra.
Y enemigos de los derechos de las mujeres, al mismo tiempo que cambian la lista de la provincia para poner a un hombre donde tenía que haber una mujer. En las mismas horas, un colaborador directo de Lage y Narváez —fuertes nombres del grupo neofascista— asesina a su mujer y a su suegra en Córdoba. Militante de Varones Unidos, sus palabras de adhesión al espíritu libertario misógino son una denuncia en contra de una forma de pensar violenta, capaz de terminar en femicidios. Mirá dónde van a parar.
La modernidad líquida de la que habla Zygmunt Bauman señala que los elementos de cada situación nueva parecen surgir de la nada, y que cuando lo hacen se sabe que no van a durar demasiado, porque nuevamente serán sustituidos. Es muy interesante. La vorágine en la que vivimos, ese mundo líquido y cambiante, obliga a tener más cuidado si de la verdad se trata. Pero no pasa por ahí el asunto. La cuestión es generar emociones aprovechando cualquier mentira que se vea bien y pueda ser vista por un rato como una verdad o una promesa.
Hoy, el rimbombante título de los 25 mil millones de dólares que entraban por la Patagonia se desvanece, y la portada de Página 12 revela el opaco papel de Sur Energy en la movida electoral que la mafia de Clarín presentó en su tapa. Querían que la gente pensara que el país ha cambiado tanto gracias a Trump, que de buenas a primeras aparecían unos tipos de inteligencia artificial con los bolsillos de Rico McPato repletos de dinero.
Ya es martes de la penúltima semana. El peronismo juega una vez más contra Estados Unidos y el enjambre de avispas venenosas del círculo rojo de acá. Como un equipo que sabe que el resultado le sirve, toca para los costados y juega con el arquero. El establishment tira centros, mete piquetes de ojos cuando salta, escupe a los rivales y empuja al árbitro por toda la cancha. Sale un narco, entra un offshore, pero la foto del partido parece la misma.



