En el cierre de una asamblea federal en el Centro Cultural de la Cooperación, la comunidad de la danza entregó al presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Daniel Filmus, el texto del proyecto de Ley Nacional de Danza. Bailarines y coreógrafos, entre otros actores que son parte de la actividad, vienen luchando hace más de una década por una norma que garantice el fomento del Estado a través de un instituto. En cuatro oportunidades el proyecto llegó al Congreso y perdió estado parlamentario. “Tenemos entendido que la idea de Filmus es finalizar el año con media sanción de esta ley. Sería maravilloso; luego nos quedaría pendiente la media sanción del Senado. Estamos en la maduración de una construcción que lleva más de diez años”, dijo a Página/12 Gabily Anadón, referente del Movimiento Provincial de Danza de Misiones, única provincia argentina que cuenta con ley para la disciplina.

Desde la mañana y hasta la tarde, en el espacio de la calle Corrientes se reunieron un centenar de personas, entre ellas directores, intérpretes, gestores y funcionarios de todo el territorio nacional. El Movimiento Federal de Danza, una continuación del Movimiento por la Ley Nacional de Danza, busca avanzar en la construcción de espacios de colaboración local, regional y nacional. “No buscamos solamente la ley”, aclaró Daniel Payero Zaragoza, bailarín, coreógrafo y director del Festival Danzar Santa Fe. Según contó a este diario la bailarina y coreógrafo se desarrollaron también mesas en las que trabajaron aspectos como la investigación, la formación y la creación. Con fuerte acento federal, el sector busca organizarse y entrelazarse para conectar con una voluntad política que escuche este reclamo.
En relación con el proyecto, Noel Sbodio, bailarina, socióloga y gestora cultural (Santa Fe), explicó que “es una norma de fomento con líneas de acción concretas para propiciar la actividad”. “Las líneas que perseguimos no tienen que ver sólo con el desarrollo de la actividad artística, sino también con la investigación, con generar circuitos y un registro de hacedores”, completó. El texto propone que el financiamiento del instituto surja de recursos de la telefonía celular. “Queremos que nuestra arte sea visible, cuidada y fomentada”, remarcó David Señoran, intérprete, coreógrafo, director y maestro (CABA). La realidad de la danza en este sentido es bien diferente a la de otras disciplinas: el cine, el teatro y la música ya tienen sus organismos de fomento. Esta situación de marginalidad no es un fenómeno nacional: se replica en toda Latinoamérica.
Misiones es hasta ahora la única provincia que cuenta con una ley que apoya a la danza. Fue aprobada en noviembre de 2017. “A partir de la sanción otras provincias comenzaron el recorrido de presentar proyectos. Nosotros comenzamos con la bandera de la ley nacional, luego corrimos el eje a una legislación provincial. Estamos a la espera de la puesta en marcha del instituto provincial. Consideramos que será a partir del nuevo gobierno”, indicó Anadón, coreógrafa y docente. Un avance importante es que el evento del 29 de abril, Día Internacional de la Danza, que se desarrolla en todos los municipios de Misiones, se hace ahora con apoyo “total” del Estado. En esta provincia se creó también la Asociación de Trabajadores de la Danza.