Mérida Doussou, de Mujeres Afrodescendientes de Rosario también estuvo participando en las asambleas para organizar la marcha del 25 de noviembre y este año se suman con una consigna insoslayable. "Vamos a marchar organizadas junto con compañeras de pueblos originarios. Estamos armando una bandera que exige 'Ni Una Menos, sin racismo nos queremos'; y vamos a estar ahí con nuestras voces, porque las mujeres negras e indígenas tenemos una violencia implícita que es el racismo. En el marco de un golpe de estado en Bolivia, creemos que más que nunca hay que denunciarlo", dijo. 

Al mismo tiempo, habló de "dar la lucha antirracista desde todos los espacios. Nosotras vinimos resistiendo desde hace mucho tiempo y en Argentina hay como una negación de la negritud. Eso no significa que no hayamos estado", aseguró. Noelia Naporichi, del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, aseguró: "Como joven mujer indígena empecé a ver la realidad del racismo". Y planteó que como movimiento denuncian: "Las prácticas de violencias sistemáticas, el avasallamiento de nuestro idioma, la apropiación cultural, el despojo de nuestros territorios, entre otras cuestiones".