Desde La Habana

Si hay momentos propicios para ver una película, éste es el ideal para Latinoamérica, territorio en disputa, que muestra el complejo escenario de la América latina contemporánea. Dirigido por Nicolás Trotta y Esteban Cuevas, y producido por el Grupo Octubre con apoyo de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, entre otras entidades públicas y privadas, el film contiene valiosos testimonios de sus protagonistas directos: los presidentes y exmandatarios que lograron establecer un genuino proceso de integración regional a través de gobiernos progresistas.

Entre ellos, el boliviano Evo Morales, los brasileños Luiz Inácio Lula Da Silva y Dilma Rousseff, el uruguayo José “Pepe” Mujica, el ecuatoriano Rafael Correa y el paraguayo Fernando Lugo. A ellos se suma el presidente electo Alberto Fernández. Todos reflexionan sobre el avance del neoliberalismo en la región luego de una década de gobiernos populares. El film tuvo una presentación especial en el Festival de Cine de La Habana. Trotta no pudo acompañar la presentación porque será designado ministro de Educación de la gestión presidencial de Fernández, pero Cuevas pudo llegar hasta el cine La Rampa, donde fue muy requerido por el público y la prensa una vez finalizada la proyección. Es que es una película que se presta al debate.

Si bien la idea del documental surgió hace dos años, el momento actual que está viviendo América latina con las revueltas populares y la vulneración institucional, permite resignificarlo. En eso coincide Cuevas. “Fue toda una decisión cuándo sacar el documental. Yo era más de pensarlo para el año próximo, con los procesos normales cinematográficos, y Nicolás Trotta dijo: 'Este es el momento, es una película urgente. Tenemos que sacarla ya’”, recuerda Cuevas. Es que ambos directores pensaron a la película como una herramienta de discusión: “una herramienta que permita pensar cuál es el continente que queremos construir y sobre todo ver cuál es la coyuntura de lo que está pasando en América latina”, plantea Cuevas, quien, con el trabajo terminado, le da la razón a la idea que tenía Trotta.

Se dio en estos meses todo un ciclo de cambios en el continente y algún malintencionado podría decir que la película queda vieja en algunos aspectos. Todo lo contrario: muestra, por ejemplo, en el caso de Bolivia, la punta del iceberg que volteó al gobierno de Evo Morales. “Nosotros decimos que no queda vieja porque la disputa de la que se habla es completamente vigente”, explica Cuevas. Además, ocurrió algo en términos de audiencia: “Con los levantamientos en Ecuador y Chile, y el golpe de Estado en Bolivia, la gente se volcó a las salas del circuito independiente donde nosotros la exhibimos en Buenos Aires”, grafica el codirector.

En su aspecto más cinematográfico, Latinoamérica, territorio en disputa tiene una narración clásica, con las entrevistas realizadas por Trotta y su voz en off que va guiando el documental. Algo muy acertado del film es que no son capítulos separados por país sino que los testimonios están entrelazados. Esto permite conjeturar que los directores lo pensaron globalmente con coyunturas que, en algún punto, se conectan. “Hablando de estructura, primero pensamos en hacer un país por capítulo porque tal vez tenés más licencias. Ahora, nosotros queríamos señalar que hay un plan, que hay herramientas que se repiten en todos los países, y que sin decirlo sino con el simple hecho de poner lo que pasa en Ecuador, lo que pasa en Brasil, lo que pasa en la Argentina, ponés una al lado de la otra y ya estás diciendo algo con eso. Pensamos que lo que nos está ocurriendo hoy como latinoamericanos es que hay un plan que se repite en todo el continente y consideramos que esa era la mejor forma de transmitirlo y que sea una especie de road movie documental.Pero también hay una línea cronológica de cómo va ocurriendo. Y eso no podemos contarlo por países separados porque lo que nos pasó, nos pasó a todos los países de Latinoamérica”, señala Cuevas.

Nada menos que 38 mil kilómetros recorrieron los directores en siete países distintos, a lo largo de dos años que insumió el rodaje del film que permitió reunir cuarenta testimonios de dirigentes políticos, sociales y culturales de un territorio en continua disputa. “En términos personales, el rodaje fue una experiencia increíble porque Nicolás estaba dialogando con personas que nosotros consideramos que son los próceres del futuro, porque de acá a veinte años estas personas van a quedar en los libros de historia como patriotas”, entiende Cuevas.

“Trabajamos con un sistema mixto en cuanto a la producción porque lo hicimos con equipos de realización en cada uno de los países, casi diría de forma cooperativa. Entonces, cuando fuimos a Bolivia estuvimos con el equipo de Evo, cuando fuimos a Brasil estuvimos con el equipo de Lula. Y el material de archivo lo trabajamos de la misma forma. Fueron diferentes compañeros alrededor de toda Latinoamérica que desinteresadamente, porque ésta no es una película con subsidios del Incaa, nos iban mandando material e imágenes de archivo”, señala el codirector.

Los medios hegemónicos de comunicación, las fake news y la parcialidad de la justicia, son algunas de las herramientas de desestabilización que se analizan en el film para comprender por qué renacieron viejas expresiones reaccionarias en América latina y que el impacto del neoliberalismo fue a nivel regional. “Las políticas se empezaron a aplicar en formas muy parecidas en todos los países. En Ecuador hay un levantamiento porque el pueblo le dice que no quiere al FMI metido adentro del país. Las políticas para la región son todas iguales”, afirma Cuevas, sin dudar.

*Latinoamérica, territorio en disputa se podrá ver los últimos domingos 22 y 29 de diciembre a las 18 hs en el Malba. A partir del 18 de este mes va a estar disponible en la plataforma Cine.ar, del Incaa.