El peronismo vuelve a gobernar Santa Fe, de la mano de Omar Perotti, y retoma un camino interrumpido en 2007 --tras casi 25 años de conducción de la provincia desde la recuperación de la democracia-- por 12 años de gestión socialista. Y el regreso trae consigo parte de aquella historia en la conformación de un gabinete que tiene tantos ex-funcionarios reutemistas como obeidistas. Los "nuevos" son minoría dentro del staff que mañana a la una de la tarde dará a conocer oficialmente el debutante vocero Leonardo Ricciardino, que inaugura esa cartera. El futuro gobernador ha priorizado el conocimiento personal de sus colaboradores de los años de haber compartido gabinete --en el caso del gobierno Jorge Obeid-- o de haber interactuado como legislador --en el caso de los reutemistas--, antes que tomar riesgos, sobre todo en áreas en las que su impronta sera reconocible. Nadie duda que sera Perotti el que se "sentará sobre la caja", más allá de que el ministro de Hacienda sea Walter Agosto, o quien fije los planes de Infraestructura que implementará SIlvina Frana, para citar los ejemplos más evidentes. Sin embargo, en áreas donde la cuestión es de mayor impacto y sensibilidad, el rafaelino ha aceptado la sugerencia del Presidente Alberto Fernandez y ha convocado a Marcelo Sain, una figura reconocida en el ámbito de la Seguridad Publica y de probada trayectoria en la gestión. Perotti propuso otra policía, con otro funcionamiento, y para eso trajo a Sain. Otro tanto puede decirse de Roberto Sukerman, que asumirá en Trabajo, y que no sólo le baja el promedio de edad al gabinete, sino que tiene una amplia perspectiva,  teniendo en cuenta la crisis que atraviesa la provincia en diferentes sectores de la producción y el trabajo, con procesos de quiebra o del novedoso "stress financiero".

Perotti tiene como objetivo principal reestablecer el equilibrio de las cuentas en la provincia, tema sobre el que habló casi exclusivamente durante la transición. En contraste con su discurso de campaña, que hacía eje en la seguridad, desde que fue electo Gobernador hizo foco en la situación financiera, lo que considera un desmanejo, y una mala administración de recursos del socialismo en retirada. Casi toda la eterna transición estuvo regada de cuestionamientos de esa naturaleza, que más allá de las razones expuestas, redujo a la mínima expresión el traspaso en otras áreas del gobierno. Sin ir más lejos, los últimos nombres que trascendieron son de áreas que a Perotti no le preocupan especialmente, aunque sí tiene una obsesión que ha expresado en varias campañas, no sólo en esta que lo llevó a la Casa Gris: que los chicos deben estar en las escuelas. En ese sentido, desde hace años, el gobernador electo ha repetido su firme convicción de asegurar desde el Estado los estudios en los diferentes niveles en todo el territorio provincial. Si no hay cambios de ultima hora, ha recurrido a Adriana Cantero para que vuelva a conducir el Ministerio de Educación, cargo que ejerció durante el ultimo tramo de la gestión de Obeid. Una docente con experiencia, aunque su pensamiento no era de los más progresistas hace 15 años, razón por la cual habrá que ver en funciones si ha evolucionado en un área en la que se han incorporado derechos, metodologías y temáticas que por entonces el Ministerio no tenía en su agenda.

En Innovación y Cultura sucede otro tanto, y para el cargo Perotti ha designado a Jorge Llonch, ex funcionario obeidista que tendrá la compleja labor de "llenar el cargo" que fue creado nada menos que para Chiqui González, quien ocupo la cartera que diseñó a "su imagen y semejanza" durante los 12 años de gestión socialista, con resultados a la vista.

En el orden de prioridades del futuro gobierno está la recuperación del equilibrio de cuentas a través de un incremento de la actividad económica, crecimiento de las exportaciones, e inicialmente el combate contra la pobreza. En ese sentido, Danilo Capitani ha mantenido ya numerosos contactos con el designado ministro de Acción Social, Daniel Arroyo, en la procura de asegurar programas nacionales y profundizar los provinciales que inclusive podrían extenderse a la Nación, como el "Nueva Oportunidad" de probados resultados e imprescindible continuidad.

Es sabida la estrecha relación de Perotti con Alberto Fernández, y también a eso apuesta el futuro habitante de la Casa Gris. En diferentes encuentros a lo largo de la transición, ambos mandatarios han coincidido en el diagnóstico de la situación y en el abordaje de las soluciones. Esta claro que hay matices diferentes, la formación y la trayectoria definen sus perfiles, no obstante, no sólo por la situación de "tierra arrasada" que deberá afrontarse dentro de tres días, hay puntos de contacto que pueden resultar beneficiosos para Santa Fe. La presencia de comprovincianos en la primera línea del gabinete nacional --María Eugenia Bielsa y Agustín Rossi-- es otro elemento concurrente, lo mismo que tratamiento diferente sobre la deuda de la Nación con la provincia alimenta las expectativas optimistas, al punto que el gobernador ha adoptado la figura del Frente de Todos y habla de "poner a Santa Fe de pie".

Como se dijo al comienzo de la nota, vuelve el peronismo al gobierno, habrá que ver si con él se define el "perottismo", una ardua tarea en un contexto que también ofrece una oportunidad. Habrá que darle tiempo al tiempo y ver qué decisiones toma quien desde hace más de dos décadas trabajó y se preparó para llegar al lugar que ocupará por cuatro años a partir del próximo miércoles.