El abogado Pedro Arancibia informó que la audiencia que estaba prevista para el 16 de diciembre próximo en la causa por la contaminación del río Arenales fue postergada para el 30 de enero. La fecha suspendida había sido definida el 14 de noviembre pasado, en la última audiencia judicial. Sin embargo, se movió y pasará a desarrollarse durante la feria judicial. "Siempre pedí que se habilite enero para esta causa, porque es el mes en el que puede ocurrir alguna emergencia”, dijo el abogado.

La decisión del juez Marcelo Domínguez, a cargo de la causa, establecía que en diez días la Municipalidad y la Provincia debían informar los avances en el saneamiento del río. La obra más visible es la que dejó licitada y en ejecución el gobierno de Juan Manuel Urtubey, el encauce del río, que involucra un trabajo en dos meses con tres equipos a cargo para concluirlos en 60 días.

El apuro tiene que ver con la llegada de la época estival y las lluvias más fuertes. La condición climatológica podría complicar la conclusión de los trabajos por la cantidad de agua que pueda llevar el río. El encauzamiento, sin embargo, es una respuesta al reclamo de los vecinos para evitar inundaciones que perjudiquen a los barrios aledaños a la ribera.

“Por lo menos se comenzó con algo”, dijo Arancibia al transmitir la sensación de los vecinos que viven en la zona, y que vieron iniciar la obra la semana pasada. Sin embargo, restan algunas acciones por definir, entre las que se cuentan las que deben tomarse para mitigar o frenar la contaminación del río. En este punto la responsabilidad mayor recae sobre la empresa Aguas del Norte que debe gestionar los fondos para concluir la obra de una planta depuradora y evitar el vuelco de cloacas en el curso de agua.

Otro punto tiene que ver con el desalojo de una familia que se instaló dentro de la línea de ribera del río, y la vigilancia de la Municipalidad sobre distintos asentamientos que iniciaron en la zona, incluso cuando el juez Domínguez había ordenado frenar con estas urbanizaciones irregulares.

La Municipalidad, en el momento de la última audiencia a cargo por entonces del ahora gobernador Gustavo Sáenz, debía informar también de la limpieza de basurales. También se la había conminado a instalar carteles informando sobre la vigencia de la prohibición de ingresar a las aguas del río por los niveles de contaminación. Ahora las gestiones quedarán a cargo de quien ingresará en el el área de Ambiente y Servicios Públicos en el gabinete municipal de la intendenta Bettina Romero, Aroldo Tonini.

El nombre de Tonini no es menor en este caso. En la inspección ocular que tuvo lugar el 22 de marzo pasado hubo funcionarios provinciales y municipales que indicaron que en 1984 este funcionario diseñó un puente sobre el Arenales. 

Ese puente fue uno de los que se observó con sorpresa en aquella inspección, dado que no se explica su finalidad. Y es que las aguas que desembocan por el canal que pasa por debajo del puente chocan con las aguas del Arenales cuando el río lleva demasiada corriente. Ante la falta de un espacio por donde escurrir, las aguas se vuelven sobre el canal e inundan a los vecinos.