Por primera vez, docentes de la materia de Diseño Biondustrial, dictada en la carrera de Bioingeniería en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), asistieron a cirujanos del Hospital El Cruce, en el partido bonaerense de Florencio Varela, con un biomodelo impreso en 3D para encarar un procedimiento quirúrgico a un paciente.

Debido a la complejidad de la patología, no era sencillo realizar un planeamiento quirúrgico basado en el método tradicional, que consiste en observar las imágenes de una tomografía computada. Es por eso que el equipo médico comenzó a trabajar con docentes de la UNAJ para desarrollar un modelo físico con la anatomía del paciente que permitiera abordar la cirugía de una manera más precisa.

La diseñadora industrial y docente titular de la materia Diseño Bioindustrial, Valeria Sararols, fue la responsable de segmentar e imprimir la réplica de la columna del paciente, que fue entregado tras una semana de trabajo. El modelo fue esterilizado y utilizado en la intervención como material de soporte en la toma de decisiones, explicó la docente investigadora y referente de la UNAJ en el campo de impresión 3D aplicada a la salud.

-¿En qué consiste un biomodelo?

-Son reconstrucciones en 3D que se hacen a partir de un estudio del paciente. Pueden ser la anatomía de órganos, huesos y todo lo que conforme el cuerpo humano. En el caso del Hospital El Cruce, lo que debíamos lograr era replicar la columna vertebral del paciente para que pueda hacerse un estudio y un planeamiento de cómo iba a ser la intervención quirúrgica. El beneficio de realizar un biomodelo es obtener una pieza en tres dimensiones que permite visualizar por dónde ingresar, posibilita mover la pieza al tenerla en la mano o mostrarla en una reunión con distintos profesionales. Es un mejor acercamiento y ayuda a que los tiempos de cirugía y recuperación sean mucho menores.

-¿Cómo fue el proceso de crear este biomodelo?

-Trabajamos con una tomografía computada de tórax para extraer las vértebras de la columna a través de un proceso de segmentación y luego imprimirlo. Los tiempos son extensos. En este caso, teníamos una semana para realizar el biomodelo y lo hicimos en ese tiempo: segmentar cuatro vértebras llevó 10 horas e imprimirlas 10 más. En total, eran 17 vértebras impresas en polímeros biodegradables. Durante ese proceso, tuvimos un intercambio con los médicos para coincidir en lo que veíamos en la tomografía y hacer consultas. Al finalizar la segmentación y la impresión, quedó el ensamblado del biomodelo porque se imprime por partes. Entonces se saca el material de soporte, se limpian las piezas y se ensambla en la posición correcta para armar el modelo. Una vez que entregamos la réplica, los doctores se reunieron en junta médica para ver el biomodelo y tomar las decisiones que iban a hacer en la intervención. La cirugía se hizo en dos partes y el paciente se fue caminando del Hospital. Eso fue muy importante.

-¿Cómo fue la articulación entre el Hospital El Cruce y la Universidad?

-Surgió con este paciente, que llegó al Hospital en un estado de urgencia y que tenía la necesidad de este biomodelo por la intervención quirúrgica que debían hacer. Ante todas estas cuestiones, se comunicaron con nosotros para saber si podíamos solucionar este problema y hacer un biomodelo. Tomamos este caso con el jefe del servicio de Traumatología y docente del Instituto de Ciencias de la Salud, Osvaldo Romano.

Fue muy importante demostrar que podemos darle respuesta a esta necesidad específica desde la Universidad y abastecerlos de biomodelos.

-¿Qué proyectos tienen planificados a partir de esta experiencia?

-Este trabajo con el Hospital y la Universidad es fundamental para el crecimiento de la carrera, los alumnos y la materia Diseño Bioindustrial, desde donde realizamos el modelo. Es la primera vez que damos respuesta a una necesidad del hospital. Tuvo mucha repercusión dentro de El Cruce, la UNAJ y la comunidad de Florencio Varela. Están todos muy entusiasmados. Por ello, estamos trabajando en un convenio para abastecer a El Cruce con casos específicos que ellos tengan, llevar a cabo capacitaciones a médicos y que los alumnos que hayan cursado la materia puedan comenzar a trabajar y armar un laboratorio con todos estos casos para que puedan imprimir y segmentar. En la Universidad, contamos con un laboratorio de Impresión 3D, en el Club de Emprendedores dentro de la casa de estudios. Mientras tenemos las clases, vamos imprimiendo. Los softwares que usamos son libres y gratuitos. Los descargamos de Internet, lo que nos permite poder segmentar desde nuestra casa. Es importante porque hoy hay muchos programas con licencias muy caras y si no estamos en una institución que tiene este tipo de programas, no podemos aprender. Una vez finalizada la cursada de la materia, los estudiantes están capacitados para buscar trabajo para realizar biomodelos. No es un dato menor que una universidad pública esté dictando este tipo de materia porque a nivel mundial están siendo muy aplicados.