Una larga lengua se desplegó por la peatonal Córdoba bajo el sol del mediodía de ayer. Viva y en movimiento, como todas las construcciones sociales: escrita por las palabras que eligieron poner en ese papel quienes pasaron por allí. "Una Universidad Feminista" fue una de las tantas inscripciones que dejó la intervención pública del Área de Género y Sexualidades, justo en el momento en el que el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Rosario aprobaba el "lenguaje no sexista e inclusivo" para toda la institución, al considerar que "lo que no se nombra, no existe". La resolución lograda por consenso, en la última sesión del año, busca “proponer y promover usos de la lengua no sexistas, no androcéntricos e inclusivos en la comunicación institucional, administrativa y de gestión”. Así, la UNR se sumó a otras universidades del país que abordaron un tema que está en boca de toda la sociedad, pero especialmente entre les más jóvenes. 

Coordinadora del Área junto a Luciano Fabbri, Florencia Rovetto destacó el proceso que llevó a la aprobación de la resolución universitaria. "Esto fue un proyecto construido con el consenso de muchas personas que forman parte de la comunidad universitaria, docentes, estudiantes, investigadores, representantes del colectivo Lgtbi que participaron de las mesas de trabajo y ese espíritu es con el que queremos construir todas las políticas de género desde el Área", ponderó y aseguró que esas prácticas "implican generar espacios de diálogo de reflexión colectivo, de discusión y puesta en común para arribar a consensos donde todes nos sintamos implicados y nos apropiemos, porque sabemos que todo lo que hacemos desde el Área y estos espacios, que buscan transformar profundamente a la Universidad requieren de la apropiación de las mayorías". 

"Todas las acciones que hacemos desde el Área, que buscan transformar profundamente a la Universidad requieren de la apropiación de las mayorías". Rovetto

Casi al mismo tiempo de la aprobación institucional, desde el Área difundieron un video clarísimo sobre esta práctica (https://www.youtube.com/watch?v=MD6SLm9_BW4&feature=youtu.be ). El lenguaje inclusivo --se dice allí, con guión de Fabbri-- son "diversas modalidades orales y escritas a las que se apela para problematizar y cuestionar la pretendida universalidad y neutralidad del género masculino que expresa una violencia simbólica sobre las identidades o subjetividades que no se reconocen con el pronombre masculino; vulnerando, además, el derecho de ser nombradas según su identidad de género autopercibida".

Con imágenes, aclararon que "la E no se introduce en todas las palabras" y que "no todas las variantes del lenguaje inclusivo", sino "una entre varias", utilizada para pronombres de personas que no se identifican ni masculinas ni femeninas. "También puede usarse cuando nos referimos a un colectivo de personas que se identifican de diversas maneras; o que desconocemos cómo se identifican". Desde la UNR indicaron que "como todas y todos incluye al género femenino, pero excluye a las personas no binarias, se recomienda el uso de la E". En tanto, plantearon que el uso escrito permite otros usos del plural (como puede ser la x), pero que son "menos recomendadas" ya que son "inaccesibles a los soportes de tecnología asistida a los que recurren fundamentalmente las personas con discapacidad visual". También mencionaron la modalidad de estructuras que no remitan a un género específico (ciudadanía, humanidad, infancias), que "se privilegia por sobre las anteriores modalidades para las comunicaciones institucionales, administrativas y de gestión". 

Rovetto subrayó que "este proyecto, que parece que se centra en la cuestión del lenguaje y en general, quienes pretenden criticarlo lo remiten a la cuestión gramatical, está discutiendo mucho más que la estructura gramatical de la lengua. Precisamente pone los vínculos, las relaciones de poder sobre la mesa, y cómo la producción del lenguaje nos visibiliza a algunes, e invisibiliza a otres, cómo ignora trayectorias vitales. También esta discusión predispone a la Universidad a acoger de manera más igualitaria e inclusiva a todas esas identidades que no se sienten representadas, a quienes ese lenguaje que no los nombra. Una Universidad que aprobó un cupo travesti trans necesita revisar sus prácticas institucionales, los lenguajes que circulan, para que esas inclusiones tengan carnaduras reales". 

El Área también produjo un podcast con la voz de distintes estudiantes tanto de la UNR como de colegios secundarios pusieron su voz para defender este uso del lenguaje que tiene como objetivo primordial denunciar en su propia enunciación la desigualdad que se cristaliza en la lengua. "Se tiene la creencia de que porque existen ciertas normas, para hablar y para escribir las personas se tienen que amoldar a ellas, cuando en realidad las personas transofrmamos el lenguaje y somos nosotres les que les damos el significado a las palabras. Es la herramienta que todes podemos usar cotidianamente para visibilizar esta desigualdad", consideró Sofía López, estudiante de licenciatura en Recursos Naturales. Por su parte, Malena Martínez, que cursa en la escuela de danzas Nigelia Soria y forma parte de la Federación Rosarina de Estudiantes Secundarios (FESER), consideró que "el lenguaje inclusivo es el primer bastión para conquistar un futuro no binarie". 

La resolución aprobada ayer en el ámbito de gobierno de la UNR propone "instancias de debate y formación y la planificación de campañas para sensibilizar al respecto".