La psicóloga María Beatriz Müller vino a Salta para exponer sobre el abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. Se refirió al protocolo de Aborto No Punible, cuya adhesión se debate en la provincia. Consideró que es "una vergüenza" que se esté discutiendo algo que ya está legislado.

Müller vino invitada por el Instituto de la Niñez del Colegio de Abogados y Procuradores de Salta. Es docente y formadora de profesionales, dirige el Centro de Investigación y Asistencia Psicosomática (CIAPSI) que funciona desde 1989 y preside Salud Activa, una organización sin ánimo de lucro que desde 1999 se dedica al abordaje de la violencia, el maltrato y el abuso sexual en la infancia. Es autora de varios libros: Madres de Hierro; Prevención del abuso sexual en la infancia; Los dibujos en el abuso sexual infantil; Bullying, ciberbullying, grooming y sexting, entre otros.

Como parte de la problemática del abuso sexual en la infancia y la adolescencia surge la de los embarazos por violaciones, en este contexto, el derecho al aborto no punible cobra relevancia. En Salta se esta debatiendo si la provincia va a garantizar la práctica de acuerdo a la última actualización del Ministerio de Salud de la Nación.

"Tener que estar discutiendo la adhesión al Protocolo de Aborto No Punible, es retrógrado", expresó Müller, consultada por Salta/12. Respecto a los planteos de los sectores antiderechos que pretenden forzar a las niñas violadas a parir, la especialista consideró que ello "es una tortura". Calificó de "deleznables" las obstrucciones a un derecho consumado. "Una niña no está para ser madre, no puede, además correría riesgo ella y el bebé", sostuvo.

"El Protocolo del Aborto No Punible tiene que ser aplicado sin chistar", añadió. Dijo que quienes pretenden forzar a la maternidad a niñas víctimas de abuso sexual deben ir "presos". Calificó de vergonzosa esa postura, "es no entender nada de la vida, hablan de pro-vida pero quieren matar a las niñas". Müller planteó que detrás de estas movidas siempre "está la Iglesia Católica y (la) evangélica". Agregó que este accionar pone en un estado de letargo a la gente y no la deja crecer, "volvemos a épocas superadas por completo", dijo.

En el marco de su disertación, Müller también sostuvo que ya no debe usarse la terminología abuso sexual infantil ni pornografía infantil. El Ministerio Público Tutelar de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires así lo dispuso mediante una resolución reciente. Tampoco debe hablarse de trabajo ni de prostitución infantil. Estos son delitos cometidos "en la infancia y adolescencia" o "contra niños, niñas y adolescentes" y así deben nombrarse. Dijo que esto es para "no minimizar"; "seguir llamando abuso sexual infantil es una manera de seguir ocultándolo, poniéndolo en el lugar de algo de chicos".

La psicóloga planteó que trabajar con la temática del abuso sexual se vuelve una militancia. "Cuando sabés que hay niños y niñas que sufren no podés mirar para otro lado", afirmó. Contó que cuando comenzaron con Salud Activa, convocaron a profesionales con interés en realizar prácticas, allí empezó a llegar la demanda de asistencia para casos de violencia y abuso sexual. Eso fue lo que los llevó a especializarse en el tema. "Fue la realidad la que nos empujó", recordó.

Para Müller, la justicia tiene que "tomar cabal conciencia de la gravedad de lo que implica, del daño" que provoca a los niños y niñas el abuso sexual. "Las condenas deberían medirse también por eso", evaluó. Enfatizó en la necesidad de que jueces, fiscales, y operadores de justicia se formen y capaciten, "tienen que saber de lo que están hablando, no es un delito cualquiera". Para probar un abuso dijo que hay que saber indagar, tener la voluntad y el saber.

En las causas de abuso sexual "hay que indagar al niño o a la niña, es la única manera que se puede probar por ahora". En cambio, afirmó que "con el agresor nadie hace nada, siempre pasa de largo. Con una buena evaluación se pueden detectar determinadas características que hacen a la posibilidad de que esa persona sea abusiva. Hay que tener la capacidad de valorar todo lo que se puede tomar a la hora de una pena".

Necesidad de políticas públicas

Müller habló de la necesidad de implementación de políticas públicas "serias" para la infancia y adolescencia. "La única manera en que se va a poder ayudar a los niños y niñas es poniendo plata en políticas públicas, equipos de acompañamiento. La responsabilidad en el cuidado y la protección de los niños y niñas es de todos y todas, por eso se habla de 'corresponsabilidad'", aseveró. "Educación, Salud, Justicia, Poder Ejecutivo, todos tienen algo que ver", expresó.

"En general en todos lados, el presupuesto para la infancia siempre es mínimo y todo lo que tiene que ver con el sistema de protección está en manos del ejecutivo en estos momentos. Antes de la ley 26.061 dependía de los jueces de menores, cuando se cambió la legislación, pasó al ejecutivo pero no le dan la importancia necesaria", aseguró.

Müller planteó que no alcanza con una sanción penal, "tiene que haber un sistema de protección aceitado que acompañe a toda la familia porque es un delito que afecta a toda la estructura y que ya viene desde generaciones de atrás", dijo.

En Salta, el acompañamiento psicológico para las víctimas de abuso sexual en distintos lugares del interior, sobre todo cuando se trata de parajes y pueblos rurales no se garantiza. Para Müller "si hacés todo lo jurídico y dejás colgado al chico o chica sin tratamiento, estás haciendo todo mal. El tratamiento psicológico es fundamental, el abuso sexual no es algo que se pueda olvidar o dejar atrás, o guardar en un cajón. Es algo que deja secuelas y si no se elaboran, trabajan, quedan para siempre. Puede parecer que los chicos y chicas están bien, pero el trauma está y hay que elaborarlo, si no tenemos una predicción a futuro bastante nefasta".

La psicóloga argumentó que la formación es necesaria para poder interpretar lo que los chicos y chicas están diciendo, habló de que se comunican como pueden y suelen usar metáforas. Por ejemplo, "la sangre es universalmente asociada al dolor y al sufrimiento, a veces los chicos y chicas dibujan sangre en los genitales o juegan con témpera, manchan los genitales de los muñecos y capaz que nunca hubo sangre pero le dan una connotación en función de lo que ellos sienten, lo nombran y lo ponen como pueden, es uno el que tiene que entender".

El síndrome que no existe

Müller se refirió al falso síndrome de alienación parental (SAP, supuestos síntomas que expresa un niño o niña cuando uno de sus padres intenta alejarlo del otro). Que se siga aplicando "es aberrante", no existe, es un invento de Richard Gardner, "un pedófilo", sostuvo la especialista. Aclaró que no se puede tomar, "está prohibido y considerado ejercicio ilegal de la psicología. Todos los organismos en relación a salud lo han desechado".

Analizó que es "perverso, porque toma una serie de indicadores que son los mismos para detectar el abuso sexual. Entonces si el mismo indicador que dice que un chico fue abusado sexualmente es el mismo que dice que la madre le llenó la cabeza ¿cómo hacés para rebatir eso?".

Müller también mencionó algo que se repite en los tribunales salteños y del país. "A veces no dicen SAP, pero ponen que la madre le llena la cabeza (al niño o niña), que le construye la memoria, que inventó todo, que está celosa, que le quiere sacar plata (al progenitor)".

Además, "como no alcanza con las mamás ahora también nos involucran a los psicólogos y psicólogas. Dicen que hacemos una especie de confabulación con la madre, el niño (o la niña) para atacar a 'ese pobre padre al que encima no le dejan ver al niño (o niña)'. Es tremendo, hay mucho machismo y patriarcado", planteó. 

La psicóloga dijo que estos ataques hacia las madres protectoras se dan porque las mujeres siguen estando en desigualdad de condiciones. Aunque también mencionó que "hay mujeres en posiciones de poder que son funcionales al machismo y al patriarcado".

Feminismo y la ESI

Müller sostuvo que llevará tiempo cambiar un sistema que vulnera los derechos de niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual, pero consideró que se hará con "militancia y lucha"

Mencionó a la actriz Thelma Fardín, cuyo testimonio sirvió "como una especie de punto bisagra" para cambiar ideas sobre el abuso sexual en la infancia y adolescencia. "Yo creo que el feminismo está haciendo mucho (con esta temática) pujando y acompañando", afirmó.

Sobre la Educación Sexual Integral (ESI), planteó que es fundamental para la prevención. "No puede ser que no se esté aplicando una ley que ya no sé cuántos años tiene de sancionada, la mayoría de provincias está en falta con eso. Acá pesa muchísimo el tema de la iglesia, es obstructora de todo lo que sea crecimiento. Con la cantidad de abusos que hay en las iglesias cómo no van a ser obstructores, no quieren que se sepa cómo es esta dinámica porque están implicados. Hay miles y miles de sacerdotes abusadores".

Los agresores sexuales "no se curan"

Para Müller, "un agresor sexual de niños no tiene vuelta atrás". Dijo que no conoce maneras de hacer tratamiento con abusadores. "Tiene que ver con una psicopatía, (el abusador) cree que lo que hace es lo que hay que hacer, no se cuestiona, no considera que está mal, cuando no hay conciencia del problema cómo va a haber posibilidad de cambio".

Müller dijo que agresores de niños y niñas, van aumentando la letalidad de sus conductas "a medida que van sintiéndose con más impunidad, avanzan cada vez más en la territorialidad del niño o niña y pueden llegar a matar a sus víctimas, ha habido casos. El abusador se va satisfaciendo de una manera y después no le alcanza y quiere más, hasta que no mata no para".

En el interior provincial en esta semana terminó un juicio en el que se juzgó a un hombre por "corrupción de menores y estupro" en perjuicio de una niña desde los 13 años. El propio Poder Judicial publicaba que la niña era "pareja" del acusado de 57 años. Se le pidió opinión a Müller y sostuvo que la única respuesta ante la causa de esto es el "patriarcado". "El derecho de pernada antes era normal pero ya dejó de serlo, me parece que hay muchos que se olvidaron. Tener sexo con una niña de 13, eso es una abuso sexual, es violación y es un delito. No hay posibilidad de consentimiento en alguien que no sabe de qué se trata todavía porque no está madura, intelectual ni sexualmente".