Si este 2019 fue el año que quedará recordado como el del comienzo de la profesionalización del torneo femenino de Primera División, jugadoras y amantes del fútbol en general esperan que el año que viene pase a la historia por una profundización en la igualdad de derechos de las futbolistas. 

El calendario que se fue se llevó una temporada en la que el Mundial de Francia fue un evento clave en la visibilización de la disciplina practicada por mujeres y, justamente, este 2020 llega con las expectativas de un mayor crecimiento. Boca, UAI Urquiza, San Lorenzo y River, los clubes que apostaron más fuerte a la profesionalización de sus planteles –superando ampliamente los ocho contratos que exigía la AFA para participar del certamen–, son quienes lideran el torneo hasta su reanudación el 9 de febrero, una prueba contundente de que la igualdad de derechos llega acompañada de un incremento sustancial en la calidad del juego y la competencia. 

El fútbol argentino es, en esta lucha, parte de un tiempo de reivindicaciones que se juega en las distintas canchas del mundo, con las jugadoras reclamando por condiciones laborales dignas, como aquella reglamentación reciente de la AFA que dejó de considerar el embarazo como una lesión. Por primera vez, algunas futbolistas iniciarán su año sabiendo que percibirán un sueldo por jugar a la pelota. Y, aunque no es poco, el verdadero triunfo de este 2020 sería que dentro de 365 días esa sensación la puedan vivir todas.