La luz que no podrán apagar
A 15 años de la tragedia de Cromañón, el relato de las pibas que estuvieron allí
A 15 años de la masacre de Cromañón, donde murieron 194 personas, la gran mayoría pibes y pibas que seguían a la banda, se empieza a liberar un relato que durante mucho tiempo pareció obturado por la angustia. Esa noche de 2004, apenas un día antes de los brindis y los abrazos, la ciudad cortó su respiración con el humo negro y los pares de zapatillas de los chicos y chicas que se amontonaban en la puerta del local de Once. El tiempo transcurrido, la aparición de un libro de Camila Fabbri (El día que apagaron la luz, editado por Seix Barral) y la necesidad de ponerle palabras al dolor de vivir en una sociedad que margina a la juventud, vuelven las preguntas sobre la responsabilidad del Estado y la atención en esas voces que durante tantos años estuvieron apagadas: las de las sobrevivientes, ellas que ahora pueden contar que aquella guardería de la que tanto se habló no existía o explicar el sentido de pertenencia del rock barrial.
