El comisario general Juan Carlos Hernández fue designado nuevo jefe de la Policía Federal, anunció la ministra de Seguridad, Sabina Federic, en una conferencia de prensa realizada en la Casa de Gobierno. Hernández, que hasta ahora tenía el grado de comisario mayor, venía desempeñándose como titular de la Dirección General de Seguridad de la fuerza. La ministra, que también dio a conocer los nombres de los nuevos jefes de las otras fuerzas de seguridad nacionales, dijo que el subjefe de la Federal será Osvaldo Rubén Mato, quien también fue promovido al grado de comisario general. Frederic, además, confirmó que la cartera a su cargo va a realizar “una revisión de la pericia técnica-administrativa” que hizo la Gendarmería en la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman.

En fuentes policiales se dice que el nuevo jefe de la Federal es “un policía estudioso y respetado por sus pares”, a la vez que se estima que más de una veintena de jefes de mayor antigüedad pasarán a retiro por su nombramiento. Hernández se desempeñó también en la Superintendencia de Custodia y en Asuntos Internos. El segundo jefe, Osvaldo Rubén Matos, estuvo en el Cuerpo de Prevención Barrial y supervisó las actividades de los agentes que cumplen funciones en las villas de la ciudad. Luego de que Frederic asumiera como ministra, Mato la acompañó en algunas actividades oficiales, cuando todavía no se sabía nada sobre su designación. Mato fue, además, uno de los jefes de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE), según informaron fuentes de la Federal.

Frederic, que estuvo acompañada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, informó también que el comandante general Andrés Severino fue nombrado al frente de la Dirección Nacional de la Gendarmería. El cargo de subdirector será ocupado por Javier Lapalma. El nuevo director de la fuerza, Andrés Severino, a fines del año pasado había asumido como jefe de la Regional III de Gendarmería, con asiento en la provincia de Córdoba.

Por otra parte, como jefe de la Prefectura Naval Argentina asumirá Mario Rubén Farinón, mientras que su segundo será el prefecto Jorge Raúl Bono. El anuncio final fue la designación como director nacional de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) del licenciado José Alejandro Glinski. La ministra aclaró que “todas estas designaciones se produjeron luego de la dimisión de la conducción saliente” de cada una de las fuerzas federales.

En la reunión con la prensa, Frederic ratificó que ya se impartió la orden para que los agentes de la Policía Federal deje de pedir el DNI en forma compulsiva, como venía ocurriendo por mandato del gobierno saliente. Frederic puntualizó que “ya no existe la orden de solicitar los documentos" por parte de la Federal en las estaciones ferroviarias. Esto se debe a la derogación de la resolución dictada por decisión de la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

Dijo Frederic que “los trenes siguen teniendo el mismo personal que tenía antes y cumpliendo las mismas funciones que cumplían antes; lo que no existe es la orden de solicitar los documentos que existía en la resolución que nosotros derogamos". Aclaró, de todos modos, que “la Policía Federal puede pedir documentos, pero tiene que justificar las condiciones particulares que requieren de esa acción, pero el control sigue y lo que no hay es una orden de pedir documentos" en forma expresa y sin motivo fundado. Frederic agregó que “se está modificando la política de seguridad con esta gestión", respecto de algunos aspectos puntuales introducidos por el gobierno de Mauricio Macri.

La ministra de Seguridad había anticipado el recambio en las fuerzas de seguridad bajo su mando teniendo en cuenta los pedidos de retiro presentados por varias autoridades. También había anticipado que su administración revisará tanto el peritaje que Gendarmería realizó en el caso del fiscal Alberto Nisman como así también la actuación de esa fuerza el crimen de Santiago Maldonado.

Respecto de los cambios en las políticas de seguridad, había señalado a poco de asumir que cree que el gobierno anterior "sobreactuó ciertas problemáticas y absorbió problemas que se convierten en problemas de seguridad pero cuyo origen no es un problema de seguridad, por ejemplo, el tema de las adicciones, que recibió un tratamiento securitario, o el Servicio Cívico Voluntario”, planteado como una especie de solución para los jóvenes. De todos modos, advirtió que "no podemos desconocer los problemas de delito que hay y la inseguridad que padecen sobre todo los sectores socialmente más vulnerables".