Hace casi dos años, el dúo electropop A.M.I.G.A lanzaba su primer álbum. No se sabía mucho de ellas. La sigla era toda incógnita. ¿Quiénes eran esas divas de la República oriental que posaban con un mate, sus cuerpos enmarcados en la silueta de una tortafrita? 

Vamos de a una: Hiela Pierrez, la cantante, es maquilladora y mostra profesional de las redes. También se nombra a sí misma “Hiela de fuego”, inventa personajes y da tips de belleza en lo que ella llama “su humilde performance virtual” (sus aros enormes y trajes de latex rojo y negro obsesionan y hacen dudar de esta definición) 

Lila, tirando a Violeta, la mitad más misteriosa de la dupla, también es productora y DJ. En su proyecto individual experimenta con una infinidad de géneros de música electrónica, entre ellos el vaporwave (ese género musical ultra centenial donde conviven géneros de baile indie con ritmos propios de los 70 y los 80). “Es nuestra visión acerca de la fragilidad. Y también es un chiste” declaraba y se definía Hiela en las redes tras lanzar el disco a.m.i.g.a.uy.

ENEMIGAS NO POR SIEMPRE
El auto proclamado “power dúo” lanzó su segundo disco como una declaración de guerra a la poética de su disco anterior, y también al patriarcado colonialista. Enemiga es el título de ese  álbum donde esta vez van más allá en la apropiación de las tradiciones nacionales. Se presentan vestidas de gauchas futuristas. Botas de cuero y gallina en mano, combinan cadenas y arneses con fuego, gualicho y brujería. El single que da nombre a Enemiga es una colaboración de tintes reggaetonescos que rozan el trap con la rapera argentina Sara Hebe. “Ponete en pose pilla, despleguemos esos filtros / filmemos una story, hagamos un vivo”’ cantan en la letra que rinde culto a las amigas y enemigas inventadas que intercambian roles infinitamente, vínculos que van y vienen. Para transitar estas relaciones que solemos generar por fuera de la hegemonía es necesaria la transmutación, y eso propone A.M.I.G.A: cambiar de piel, no cristalizarse en identidades estáticas, devenir de amiga a enemiga y a amiga una vez más. Mi trabajo es un divague y estamos armando todo a pulmon.  Ser productora, estilista y cantante de un proyecto es un poco agotador y más cuando no tenemos un peso”, cuenta Hiela que descolló en lo que ella misma llama  “su show más importante de la vida” en la marcha del orgullo de Uruguay.

Cuando salió Enemiga hablaste del disco como una deconstrucción del primero...

Enemiga narra ese proceso de deconstrucción, desde lo que nosotras creíamos que nos gustaba o que estaba bueno y cómo lo hacíamos hasta lo que efectivamente somos y estamos haciendo ahora. En lo conceptual, la idea era hacer un disco que fuera un diálogo entre el anterior y este. Todas las canciones del primer álbum tienen su contestación en este segundo álbum. Por ejemplo, en el disco A.M.I.G.A.uy una de las canciones más importantes se llama “Verano 2020” y en este disco se llama “Invierno 2012”, que además fue una fecha que nos marcó a nosotras juntas en un momento crucial, se terminaba el mundo y era una epoca super apocalíptica. En ese momento nos sirvió mucho como punto de inflexión en lo que claramente queríamos ser en relación al arte, la amistad y el activismo. “Latin chat”, que habla del amor virtual y está pidiendo chongo, chonga, chongx por internet, en el segundo disco es “Autoestimulación”: me pajeo y no preciso de nadie. Y así sucesivamente.

¿También es una deconstrucción de ustedes mismas?

Con respecto a nosotras tiene que ver con cómo evolucionamos en relación a las formas en que narramos nuestras disidencias. En un momento sentíamos que no era necesario ser tan explícitas, si bien A.M.I.G.A no lo es en cuanto al estilo que usa en la narrativa, pero sí en el discurso. En el discurso estamos cada vez menos tolerantes, más antipatriarcales, más anticapitalistas, más antifascistas, y este disco también propone eso, ser esa deconstrucción de nosotras mismas, y proclama lo que ya no queremos ser, una enemistad. También es un chiste entre nosotras porque estamos muy locas las dos. Lila es intensísima y yo también. Ella tiene un montón de problemas de salud y en medio de estos dos o tres años ha pasado por el hospital varias veces en situación de vida o muerte. A eso sumale la intensidad psicológica, en varios momentos hemos estado en plan “ta, claramente no quiero ser nunca más tu amiga”. Entonces también es hacer una humorada de eso, que en realidad A.M.I.G.A es una humorada siempre.

¿Cómo empezó el proyecto musical?

Con Lila nos conocimos en el 2010, cuando ella aún era una púber y sacaba fotos analógicas. Más adelante nos encontramos en espacios de creación plástica, yo ya tenía una banda y ella estaba explorando todo lo sonoro. En el 2012 hicimos un mega evento y trajimos a un artiste del que teníamos fanatismo en común: Ariel Pink. Es de Los Ángeles, hace un pop oscuro, productor de muches, incluyendo a Miley Cyrus. Venía a argentina y se nos ocurrió hacer el esfuerzo de traerlo a Uruguay, yo telonié con mi banda que se llamaba Extravagancia. En 2015 volvemos a juntarnos para empezar un vaporwave virtual, nos llamábamos Miss Ogina. Tuvo corta vida. En 2016 empezamos a cranear amiga, Lila estando muy mal de salud. Ahí comenzó la producción del disco pasado.

¿De qué manera trabajan como dúo?

Se nos ocurrió conseguir un productor externo que pudiera generar un producto 50 por ciento "expresión Lila", y 50 "expresión Hiela". Empezamos a laburar con Eros white, una joven promesa del pop, nuestro mesías. Con Lila componemos a medias, proponemos las dos en relación a lo sonoro y las letras. Nosotras armamos maquetas, eros nos pasa pistas o las proponemos nosotras, pero siempre es dinámica de ida y vuelta, con el productor también hacemos las cosas super engamadas.

¿Qué las acerca y que las aleja de las artistas con las que han colaborado?

A.M.I.G.A es un proyecto que siempre está enriqueciéndose de colaboraciones. Con Keity Moon nos conocimos hace tres años en algún antro marica seguramente. Yo la conocía a través de las amigas uruguayas, Basica Tv y Dani Umpi. Con Sara Hebe nos conocimos en el after del 8 de Marzo. Ella vino a hacer un show a Uruguay y apareció en un antro donde estábamos haciendo un show 4 a.m. Nos une la disidencia en algún punto, diferente obviamente porque vivimos en diferentes contextos sociopolíticos y somos personas muy distintas. Pero nos une el poder fémino, la contracultura, la mariconeada. Teniendo en cuenta que el humor es un pilar fundamental de nuestra narrativa, con Keity decidimos hablar de menstruación cuando escribimos La Copa.

¿Y del ambiente cuir porteño?

Desde chica voy y vengo, y si bien me ha costado un montón mantener ese flujo de ida y vuelta siento que son más cosas las que nos unen que las que nos distancian. Teniendo en cuenta lo pequeño que es Uruguay, en la escena quir uruguayo-montevideana es bastante más limitado todo. El público, las dimensiones que puede adquirir el proyecto, en Buenos Aires eso se puede abrir un poco más, es lo mismo pero más amplificado. También hay más diversidad de propuestas, nos encanta la movida quir argentina porque hay cierta euforia potenciada que nos hace sentir en casa cuando salimos de los quince amigos que nos están viendo y gritando como loques aca en montevideo. Allá se vive un ambiente político siempre mucho más intenso y los lugares de disidencia también se transforman en lugares de ese tipo de expresión. Acá somos tan pocos que en algún punto nos unimos para crear un gran colectivo de la comunidad. Es todo más mesurado pero eso no quiere decidir que en la intimidad no sucedan cosas muy explosivas.

ENTRE LA FIESTA Y EL HOMENAJE

Entre susurros, gritos y sintetizadores abundan las referencias a hits icónicos de la pista, como el “extasí extano” de Chimo Bayo y el “Amigos adiós” de Fangoria que reinventan en un “amigues adiós” mientras narran su ultimo dia en la ciudad antes del apocalipsis en Invierno 2012. “Hola amiga, que vas a hacer hoy de noche? Yo me voy a quedar en casa, prendí unas velas…” así se escucha la charla telefónica de amigas que tienen Lila y Hiela en “Autoestimulación”, el track que hace honor al goce de estar sola, a la masturbacion, y tambien a la escapatoria de esa exigencia imperiosa de “estar” presente en cada evento. Nuestras a.m.i.g.a.s lo saben: a nadie le importa si no vas a la fiesta.