“Este paro es contra el patriarcado y el capitalismo que nos explota. La fuerza y la resistencia de las mujeres se ven y están en marcha”, dice a PáginaI12 Alicia Amarilla Leiva. Y agrega: “Es un proceso de acumulación de conciencia. Ojalá podamos forjar esa sociedad nueva que anhelamos tanto las mujeres”. Tiene 35 años, es campesina, madre soltera de un hijo de 10 años y hace 12 encabeza la Coordinadora Nacional de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (Conamuri), de Paraguay, una de las más de setenta organizaciones e instituciones que mañana se sumarán al Paro Internacional de Mujeres en ese país. La histórica huelga se hará sentir a lo largo y ancho de Latinoamérica en ciudades más populosas y más pequeñas, como parte de ese gran movimiento que enlazará a mujeres de más 50 países, que harán temblar la tierra contra las violencias machistas, los femicidios y la desigualdad que las afecta en las distintas esferas en las que transcurren sus vidas cotidianas. Están convocadas más de 300 marchas en el mundo.
El paro se expresará con distintas acciones en Latinoamérica, además de Argentina, en Uruguay, Brasil, Bolivia, Perú, Chile, Ecuador, Colombia, Venezuela, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras, México, Panamá, República Dominicana y Puerto Rico. En cada territorio, en cada geografía, hay demandas puntuales también. En Uruguay, el PIT-CNT, la central sindical única, adhirió a la medida de fuerza y convocó a un paro general de 16 a 22 horas. “Está prevista una marcha a las 18 en la que participarán organizaciones sociales en contra de la violencia de género”, confirmó anoche a este diario Milagro Pau, secretaria de Género, Equidad y Diversidad del PIT-CNT.
“Voy a parar porque en Colombia entramos en un proceso de paz pero aún continúan las violaciones de los derechos de las mujeres y por eso en Medellín la consigna para este 8 de marzo es “Paren la guerra contra las mujeres, construyamos paz””, contó Sonia Vázquez Mejía, comunicadora social de Medellín, referente del movimiento de mujeres de ese país, como vicepresidenta de la Unión de Ciudadanas de Colombia, la organización feminista más antigua de Colombia, que logró el voto femenino hace sesenta años. Actualmente Vázquez Mejía representa a las mujeres en los consejos Municipal y Departamental de Participación Ciudadana desde donde trabaja “por la inclusión y la equidad de las mujeres en los contextos político, social y económico”, explicó la referente feminista. “Me uno al paro de las mujeres porque es una de las maneras de manifestar y apoyar la reivindicación de los derechos de las mujeres”, destacó desde Medellín. Fue concejala de esa ciudad y jefa de despacho de la Secretaría de las Mujeres de la municipalidad. “Estoy indignada porque las políticas públicas que formulamos y hemos defendido desde allí hoy se ven disminuidas por recortes presupuestarios. Voy a parar porque la violencia sociopolítica en el país sigue siendo una responsabilidad del estado y del sistema, porque he sido víctima de violencia sexual, porque el sistema de salud en Colombia es deficiente, y para que las mujeres jóvenes sepan que los derechos de las mujeres no nos los han dado, sino que los hemos tenido que ganar y que la lucha por ellos debe continuar”, dijo Vázquez Mejía.
En Paraguay, habrá distintas acciones el 8M. Adhieren al paro desde las universitarias hasta las organizaciones indígenas que estarán en 11 departamentos (provincias) con denuncias y acciones directas. “Nuestra consigna es: “Si nuestro trabajo no vale, produzcan sin nosotras”, contó a este diario la dirigente campesina de Conamuri. “Para nosotras –destacó– es importante el avance de la conciencia feminista en América latina y en el mundo”. Las campesinas e indígenas pararán contra la violencia institucional, los femicidios, la invasión de la agricultura intensiva y el monocultivo en sus territorios, contra el envenenamiento que producen los agrotóxicos, y para visibilizar las situaciones de pobreza y las diferentes formas de violencia machista que sufren las mujeres en el campo. Amarilla Leiva vive en el departamento Caaguazú.
En Brasil, se realizarán acciones en más de 60 ciudades, de las cuales 22 son capitales de estados, contó a este diario Mariana Bastos, periodista de Río de Janeiro y promotora del paro internacional de mujeres en ese país. Los sindicatos no llaman al paro. A pesar de las diversidad y extensión del territorio brasileño, y de sus realidades, las mujeres se sumarán a la convocatoria con dos demandas unificadas: contra la violencia machista y los femicidios, y contra una reforma previsional que impulsa el Gobierno federal para aumentar la edad jubilatoria de las mujeres y equipararla con la de los varones. “Con este proyecto nos están diciendo que nuestro trabajo en el hogar, no remunerado, no cuenta, no vale nada”, apuntó Bastos. Y contó que uno de los objetivos también es difundir entre las mujeres que es tan importante parar las actividades reproductivas, domésticas, como las productivas.