Fiscalía sumó nueva evidencia contra Claudio A., el hombre de 34 años acusado de atacar en julio pasado, sobre la vereda de Maipú al 2200, a la médica Gimena Corral: su abuela y un tío también dijeron haber reconocido al cuidacoches en el video que se difundió a principios de mes. El dato se conoció ayer, durante una nueva audiencia en la que el camarista Javier Beltramone rechazó el pedido de libertad del acusado y confirmó la prisión preventiva por el plazo de ley. Gimena, acompañada por su madre y su hermana, no dejó de sollozar durante la nueva cita en Tribunales, ocho días después de la imputación por abuso sexual simple y robo agravado por lesiones. "Nos vamos más tranquilas", dijo Estela, la mamá de la víctima, que también fue acompañada por concejalas de la comisión de Feminismos, y la secretaria de Género y Derechos Humanos municipal, Mariana Caminotti. 

Tras el pedido de la defensa del imputado para que la Cámara Penal le concediera la libertad, ya que el "único elemento de cargo para la prisión preventiva es la declaración de testigos de identidad reservada", la fiscal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Carla Cerliani, fue contundente: "Hay testigos que saben de su agresividad y antecedentes violentos". En ese sentido, frente a la queja de la defensa, recordó que en la audiencia de la semana pasada, la fiscal Alejandra Raigal solicitó la reserva de la identidad de cinco testigos. Al mismo tiempo, mencionó en detalle los relatos de esas personas que reconocieron a A. en el video que se difundió en medios de comunicación, a seis meses del hecho, frente a la imposibilidad de dar con el autor del episodio que dejó a Gimena internada y con miedo a salir a la calle. Y aseguró que con mantener al hombre en prisión preventiva "no se viola el derecho de defensa".

"Son personas que lo conocían con anterioridad", dijo. En general, los relatos dieron cuenta de que lo reconocieron en las imágenes por varias características, como el corte de pelo, la forma de la cabeza, la campera negra y larga que usó durante el invierno, al igual que una cuellera. También vieron las zapatillas que solía usar, la forma de caminar y de sentarse, describieron. Incluso, se supo que A. estuvo en una institución por problemas de adicciones.

Cerliani también relató que luego de la audiencia imputativa fue entrevistada la abuela del acusado, quien dijo que "no quiere saber nada con su nieto" y que "le tiene miedo", ya que fue "violento con ella" y "la quiso atacar", por lo que en la última oportunidad, hace dos años, debió intervenir personal policial para sacarlo de la casa. La mujer dijo que cuando se dio a conocer el video en los medios de comunicación "le pareció que era él". Luego contó que su hijo -tío de Claudio- le dijo: "Mamá ¿no te diste cuenta? Es Claudio". Ese hombre también fue entrevistado -por el momento, de manera telefónica- y "dijo que no le quedan dudas de que el hombre del video es su sobrino".

A. fue capturado el 6 de enero pasado, en calle Santa Fe al 600: cuatro días después de la difusión de imágenes de la cámara de seguridad de un edificio de Maipú 2200, que mostró el momento más violento del hecho, y que fue difundido por el Ministerio Público de la Acusación, con autorización de la víctima. La fiscal recordó ayer que el acusado, además, cuanta con antecedentes por otros hechos, incluso condenatorios.

El caso, que tiene poco más de 6 meses de investigación, fue denunciado tras el hecho del 7 de julio de 2019; pero cobró mayor celeridad cuando el video se divulgó por medios de comunicación y los testigos aparecieron. Esa noche, la víctima había estado en un bar con amigas y salió caminando hacia otro para encontrarse con su pareja. La sospecha es que los golpes comenzaron antes de lo que se puede ver en las imágenes, ya que ella aparece semi inconsciente en el video y hasta hoy no recuerda nada. Lo que se puede ver es la parte en la que el agresor despliega su mayor violencia –al difundirlo se aclaró que eran imágenes de "alta sensibilidad"–. En la filmación se lo ve a él arrastrando a la víctima hasta el ingreso de un edificio donde la cámara los toma a ambos. La sienta en el escalón de la entrada y, como ella cae recostada, llega a besarla y le toca un pecho. Con las pocas fuerzas que le quedan la mujer le empuja la cara e intenta ponerse de pie. En ese momento, el atacante la arroja de frente contra la pared y cuando Gimena está cayendo A. le patea la cara, y la deja inconsciente. Tras el ataque, le robó todas las pertenencias.

Gimena estuvo 45 minutos tirada en el lugar hasta que un vecino del edificio la vio y llamó al 911. Desde el Hospital Provincial llamaron a la familia de la mujer y le dijeron que estaba alcoholizada, hecho que provocó el repudio de los familiares y de la propia víctima.

"La audiencia fue positiva, movilizadora; los argumentos de la fiscal fueron contundentes y hubo justicia", dijeron las edilas de diferentes bloques que conforman la comisión de Feminismos, en esta instancia de la causa que recién comienza. Y aseguraron: "No estamos solas".