Los profesores universitarios se movilizaron ayer junto a los maestros, en apoyo a sus reclamos y también en el marco de su propia negociación paritaria. Hasta el momento, las dos reuniones que mantuvieron gremialistas y funcionarios no fueron buenas. El Gobierno no ofreció ningún monto concreto de aumento salarial: propuso que el sueldo de los profesores se vaya actualizando según el porcentaje inflacionario del mes anterior informado por el Indec. Todos los sindicatos que participan de la paritaria (Conadu, Conadu Histórica, Fedun, Fagdut, Ctera, Sadop y UDA) rechazaron la propuesta por tres motivos centrales: porque no contempla la pérdida salarial del año pasado, que ronda el diez por ciento según sus cálculos; porque no prevé un aumento salarial, sino una mera actualización; y porque se tomaría el índice inflacionario del Indec.

“En la primera reunión (el secretario de Políticas Universitarias, Albor) Cantard nos ofreció como aumento una actualización del salario acorde a la inflación del Indec del mes anterior. En la segunda no llevaron ninguna propuesta nueva, sólo ahondaron en sus argumentos”, dijo a PáginaI12 Carlos De Feo, secretario general de Conadu, que movilizó ayer y lo volverá a hacer hoy, mientras realizan un cese de actividades. 

La discusión más fuerte de la paritaria gira en torno a la pérdida del poder adquisitivo salarial: para los gremios ronda el diez por ciento (lo mismo sostienen estudios como el del CEPA), mientras los funcionarios de Educación insisten en que los salarios no perdieron terreno contra la inflación. Los sindicatos no creen que la inflación se estanque en el 18 por ciento, como se especula en el Gobierno, y la sitúan hipotéticamente cerca del 25. A eso le suman los puntos perdidos el año pasado y el resultado es lo que exigen como incremento salarial: 35 por ciento. 

“Nosotros comparamos el período de la paritaria que firmamos con ellos, de mayo del año pasado a este febrero último y no hay pérdida salarial. No vamos a cargar restos del pasado. El año pasado hicimos una buena paritaria”, dijo a este diario Danya Tavela, subsecretaria de Políticas Universitarias, quien participó de la última reunión. Respecto de la propuesta de ir actualizando el salario mes a mes según la inflación, Tavela explicó que les pareció una manera de “generar mayor previsibilidad a la hora de contemplar la inflación y no poner techo ni piso”, aunque aclaró que podría pensarse en proponer un monto inicial si eso fuera una traba. “El tope paritario es del 18 por ciento, porque esa es la inflación estipulada para este año, es una forma de defender a todos los trabajadores y bajar la inflación”, remarcó Tavela, quien criticó los paros por ser “medidas extremas que sólo buscan presionar”, aunque admitió que los docentes “están en todo su derecho de realizarlos, son las reglas del juego”.

Los sindicatos saben que esta negociación está supeditada a lo que suceda con las paritarias de los maestros, en particular con la bonaerense (al no haber sido convocada la paritaria federal), donde los docentes y la gobernadora María Eugenia Vidal están librando una dura pulseada. En Educación son también conscientes de que no habrá ningún acuerdo con los universitarios si antes no se llega a un acuerdo con los maestros. Aunque en el caso de la educación superior no apremian tanto los tiempos, porque las clases todavía no comenzaron en la mayoría de las universidades.

“Rechazamos la propuesta de aumento mensual porque hay incrementos en los precios que no responden a aumentos mensuales: los alquileres, la medicina prepaga, las tarifas. Quisiera que nos den el mismo tratamiento que a las empresas de energía”, dijo, irónico, Luis Tiscornia, secretario general de la Conadu Histórica. Su federación llamó a huelga total para ayer y hoy, además de plegarse a las movilizaciones.

“El año pasado redujeron los salarios, y este año los quieren congelar. Quieren ahorrar plata sacándosela al pueblo trabajador, y si este año lo logran, el año que viene va a ser peor”.

Los sindicatos Fedun, Sadop, Ctera y UDA también realizan un paro de 48 horas. Por Fedun, su secretario general, Daniel Ricci, también se quejó de que el Gobierno “no reconoce la pérdida de salario del año pasado”. “Vamos a reclamar por nuestras paritarias –explicó– y acompañaremos a la CGT, a todo el movimiento obrero y en especial a los gremios industriales, que son los más castigados por este ajuste, para pedir el cese de despidos y que haya una reactivación del aparato productivo.” 

Para Tiscornia es fundamental la unión con todos los sectores de trabajadores en lucha: “Los gobernadores y funcionarios se reúnen y elaboran líneas de acción para atacar los salarios de los trabajadores. Nosotros debemos responder de la misma manera, si quieren poner un tope del 18 por ciento, tenemos que responderles con un paro general, una medida que hoy es más necesaria que nunca para torcerle el brazo al Gobierno”.

Informe: Gastón Godoy.