Nacido hace 78 años en Friuli, el italiano Giampaolo Pozzo no sólo conquistó el mundo de la industria metalúrgica. Además puede presumir de ser alguien que gana mucho dinero con el fútbol. De hecho, esta semana se conoció que Federico Pussetto, ex delantero de Huracán, pasó del Udinese al Watford en la friolera de 20 millones de euros y ya tuvo un auspicioso debut en la Premier League. Con un pequeño detalle: el empresario susodicho es el dueño de ambos clubes. No contento con eso, hace una década su hijo Gino tuvo acciones mayoritarias en el Granada. Hasta que en una jugada maestra el padre vendió dichas acciones al chino Jiang Lizhang en 2016. Crónica de un empresario que es sinónimo de "negocio". 

En 1986, a partir de convertirse en propietario de su club fetiche, el empresario Pozzo demostró a la gente de Udine, una ciudad que apenas supera los 100.000 habitantes, que es todo un visionario. Y un hombre que sabe cómo multiplicar todo lo que invierte.  

Tras hacerse del Udinese, su marca blanca en el Calcio, exhibió sus mejores dotes, frotó la lámpara y transformó el fútbol en un verdadero modelo de negocio. ¿Cómo lo hizo? Muy simple: decidió que la mejor manera de financiar a un equipo sin historial de éxitos era con la formación de jugadores para exportar. 

La fórmula era establecer una amplia red de cazatalentos por todo el mundo para fichar a futbolistas jóvenes y con proyección. Algunos jugadores llegaban para quedarse en el Udinese. Pero la mayoría eran cedidos a otros equipos como "vidriera". El ejemplo más acabado fue el del delantero chileno Alexis Sánchez, por el que Pozzo e hijo pagaron 3 millones de euros... y poco después lo vendieron al Barcelona de Lionel Messi por casi 50 millones de euros. 

Entre los más de cien fichajes con que cuentan en la actualidad, el arquero esloveno Samir Handanovič, el alemán Oliver Bierhoff, los chilenos David Pizarro y Mauricio Isla, el brasileño Márcio Amoroso, el ghanés Sulley Muntari, los colombianos Juan Cuadrado y Cristian Zapata, el suizo Gökhan Inler, los italianos Vincenzo Iaquinta, Fabio Quagliarella, Antonio Di Natale, pasando por Roberto Sensini y Rodrigo De Paul -titular en el Udinese y una fija en la Selección argentina de Lionel Scaloni-, sirvieron y sirven de escaparate para engrosar las arcas del imperio Pozzo.

En 2009, el hambre empresarial de padre e hijo no tenía límites, y ambos hincaron los dientes en la atractiva Liga de España. Fue así que Gino se asoció con Quique Pina, representante español afincado en el Real Murcia, equipo al que en unos años hicieron subir dos veces de categoría y casi hacen ascender a Primera. La estrategia ya estaba probada: Pozzo cedía jugadores que no encajaban en el Udinese y Pina simplemente los mostraba en otros clubes.

En una demostración de gestión comercial pura y dura, años después hicieron lo mismo con el Granada, cuando competía en la Segunda División B. Y fue un éxito rotundo, porque el equipo andaluz logró dos ascensos en dos años y alcanzó la Primera División. Incluso los tentáculos de los italianos alcanzaron también otros clubes como Tenerife, Cádiz y Racing de Santander. 

Pero la frutilla del postre llegó en 2012, cuando Pozzo –el propietario de clubes más veterano del Calcio, dado que Silvio Berlusconi se retiró en 2017 del Milan tras manejarlo por más de tres décadas– adquirió al Watford, club inglés que alguna vez fue presidido por el músico Elton John.

Con nuevo dueño, el Watford logró otro ascenso en 2015. Y el año pasado hasta llegó a la final de la FA Cup, donde fue derrotado por el poderoso Manchester City del Kun Agüero. Y si bien en la actualidad se mantiene en los últimos puestos de la Premier League, a los Pozzo les alcanza con que el equipo se mantenga en Primera. Todo sea por competir en las grandes ligas... y continuar haciendo fortuna en futuros traspasos, por supuesto.

El filón de Cañada Rosquín

Ignacio Pussetto surgió en Atlético de Rafaela. Y luego de que el Watford de Inglaterra le pagara 20 millones de euros al Udinese de Italia, a la Crema le corresponderían cerca de 350.000 dólares por dicha transferencia, gracias al "mecanismo de solidaridad". Un dinero nada despreciable y que vendrá bien para sanear la economía del club. 

Pero a Pussetto se lo conoce más por su paso por Huracán, donde Gustavo Alfaro, por entonces su entrenador, le dio continuidad. En dos temporadas, el atacante disputó 49 partidos y convirtió 12 goles. A partir de ahí quedó bajo el radar detector de los Pozzo. Y desde 2018 pasó a jugar en la Serie A de Italia, donde disputó 50 partidos para Udinese y marcó cinco goles.

Pero tras recalar en el Viejo Continente, el futbolista nacido en Cañada Rosquín no se olvidó de que el Globo fue su propia vidriera, por lo que donó al club de Parque Patricios la suma de 186 mil dólares. Todo un gesto de Pussetto, el flamante refuerzo del Watford que el último sábado jugó ya sus primeros cinco minutos en la Premier League y fue el héroe de su equipo en el empate sin tantos ante el Tottenham de Paulo Gazzaniga, Giovani Lo Celso y Erik Lamela, luego de rechazar sobre la línea una pelota con destino seguro de gol en el minuto 92.