El Banco Central difundió este lunes un compendió con los principales lineamientos de su política monetaria, en medio de la actual restricción de divisas, la alta inflación, la recesión económica, niveles de deuda inmanejables y escenario de fuga de capitales. El documento de la autoridad monetaria que conduce Miguel Pesce deja entrever cuáles serán las próximas discusiones para adecuar los lineamientos, como el caso del crédito y las tasas de interés, donde el Central pretende que los bancos moderen el costo que cobran por sus préstamos y, a su vez, mejoren los rendimientos de los plazos fijos.

Medidas del Banco Central

Los lineamientos que define el Central cómo “útiles para ayudar a la formación de las expectativas” son:

Tasa de Interés. Dada la existencia de componentes inerciales en el proceso inflacionario, el nivel de tasa de interés real debe preservar la estabilidad financiera y externa de la economía, y debe ser compatible con el financiamiento de la producción y la construcción de una curva de rendimientos a mayor plazo, favoreciendo el ahorro en moneda doméstica. Esto último supone un manejo de tasas de interés donde se evitará que caiga en niveles reales negativos.

Precios. Se procura inducir una reducción gradual a partir de un enfoque de política monetaria prudente. Se espera su desaceleración hacia niveles marcadamente menores que el año 2019 debido a la concurrencia de la política monetaria, cambiaria y fiscal, acuerdos de precios y coordinación de estrategias de corto y largo plazo.

Agregados monetarios. La política monetaria debe promover una expansión prudente de los agregados monetarios, evitando desequilibrios que afecten en forma directa o indirecta al proceso inflacionario.

Tipo de cambio. La política cambiaria también propiciará la acumulación preventiva de reservas internacionales, sobre la base del ingreso genuino de divisas provenientes del sector externo.

Crédito. La intermediación crediticia interna se encuentra también en niveles relativos muy bajos, debiéndose expandir para atender las necesidades de los hogares y la producción.

Nivel de actividad y empleo. Permitirán ir definiendo un nuevo encuadre macroeconómico sustentado en la recuperación del mercado interno y el crecimiento de las exportaciones, induciendo aumentos en la inversión y la productividad.