El presidente Alberto Fernández mantuvo los dos primeros encuentros en busca de respaldo de la Unión Europea para la renegociación de la deuda externa heredada d ela administración anterior. En total, el primer mandatario mantuvo una hora y media de diálogo entre la reunión con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el posterior encuentro con el presidente Sergio Mattarella. 

La reunión con Conte se extendió 50 minutos en el Palacio Chigi, sede del Consejo de Ministros, en Roma. La comitiva argentina fue recibida con el himno nacional por protocolo y luego el primer ministro italiano y el presidente argentino se retiraron para mantener un mano a mano. Tras ese encuentro a solas, la reunión se extendió con la participación de la comitiva de ministros. 

Conte —quien llegó al poder en 2018 en alianza con la derecha xenófoba de Mateo Salvini, renovó su cargo en agosto del año pasado con el respaldo del Movimiento Cinco Estrellas  y el Partido Democrático— fue el primer mandatario europeo en recibir a Fernández, tras la visita del mandatario argentino a Francisco en el Vaticano. 

El principal tema de agenda de la gira de Alberto es la renegociación de la deuda con el FMI, el principal acreedor del país, y el resto de los bonistas privados. "Le pedí al Papa ayuda en el tema de la deuda y hará todo lo que pueda",  señaló el mandatario al salir del encuentro de 44 minutos con el Papa, desde donde viajó rápidamente al Palacio Chigi. 

Tras el encuentro con Conte, Fernández continuó su agenda con el presidente italiano, que lo recibió en el Palacio Quirinale, un edificio construido en 1573 como residencia de verano para el papado, que desde 1947 funciona como residencia para el presidente de la República. Allí Alberto mantuvo un encuentro de 40 minutos. 

El presidente estuvo acompañado por  el canciller Felipe Solá; la ministra de Justicia, Marcela Losardo; los secretarios de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi, y el embajador en Roma, Tomás Ferrari. 

La reunión con Mattarella ocurrió en la Sala alla Vetrata, ubicada en el segundo piso del Palacio Quirinale. Junto con Mattarella estuvo presente el canciller italiano Luigi Di Maio, referente del Movimiento Cinco Estrellas, que impulsó a Conte como primer ministro. 

La agenda de Alberto Fernández

La gira del mandatario, que comenzó con "cordiales conversaciones" con el Papa, continuará en España, donde Alberto será recibido por el flamante presidente español Pedro Sánchez, con quien ya se reunió en septiembre pasado , cuando Fernández era candidato y Sánchez se encaminaba a nuevas elecciones.  

El encuentro con el Papa, con el primer ministro y el presidente italiano, y con su par español suman gestos de respaldo para la Argentina, mientras el ministro de Economía, Martín Guzmán, renegocia la deuda con el FMI. Pero una de las reuniones clave de Alberto será el miércoles próximo en el cierre de la gira con el presidente francés, Emanuelle Macron. 

De todos los encuentros sellados durante la reciente visita a Jerusalem,  el que mantendrá con Macron será clave por el peso que Francia tiene en el FMI, donde es uno de los 5 países con capacidad de poner un director propio. 

Desde la Casa Rosada partieron a la gira europea con el objetivo de conseguir el respaldo al argumento de que es necesario permitir que la Argentina se recupera económicamente para poder pagar la deuda tomada por el macrismo, equivalente el 91 por ciento del PBI. El "milagro portugués" es el modelo en el que intenta reflejarse el Gobierno argentino para cumplir con la deuda sin aumentar el gasto público.

El Gobierno busca así ampliar los respaldos de los países que ejercen el mayor poder en el organismo multilateral de crédito. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le había manifestado a Alberto, a pocos días de su victoria electoral, que instruiría a su representante en el FMI para trabajar junto con la Argentina. "No dude en llamarme", le había dicho Trump en una comunicación telefónica a principios de noviembre.

En tanto, el embajador del Reino Unido —otro de los cinco países que nombra un director propio en el FMI— en la Argentina, Mark Kent, aseguró que "en los próximos meses" ocurriría un encuentro bilateral entre Fernández y el primer ministro, Boris Jhonson.