“Creo que vivimos la música como swingers, ya sin ningún tipo de complejo ni prejuicio”, dice Jeremías Lentini, guitarrista de Simón Fuga, la banda de música instrumental que está presentando su tercer disco, Fracaso comercial. Con evocaciones a Robert Glasper, Now vs. Now, Impossible Nothing, Hiatus Kaiyote e incluso el Blackstar de Bowie, este quinteto crea a base de “experimental free funk acid jazz” e improvisa sobre los códigos internos de amigos del colegio y el barrio que aún linkean con aquellas épocas.

Fracaso comercial fue concebido en el contraste de “expectativa/realidad”, que los obligó a reírse de la situación. “Peor no nos podía salir todo, y encima era para sacar estos temas que, si bien creemos que se nota que son de Simón Fuga, no tiene mucho que ver musicalmente con lo que hicimos en los otros dos discos”, cuenta Jeremías. “Jamás ninguno de estos temas será, pongamos, un hit del verano.”

After Chabán, su primer disco, ya tenía ese espíritu. La búsqueda pasa por explotar al máximo lo que cruza musical y personalmente. Aun sin tener claro el camino, contaban con nueve canciones frescas que grabaron en un solo día. Para el segundo álbum, epónimo, los temas tenían entre seis meses y dos años, y estaba más claro el camino. “Ahora nos volvió a pasar eso de que nada estuviera claro, y le sumamos la incorporación de cosas electrónicas”, dice el guitarrista. Jonsecada es un solo track colgado en Bandcamp y grabado en tren de aprender a usar la tecnología. Versionaron libremente ‘Tis a Pity She Was a Whore, de Bowie, para un homenaje que sacó el blog Discos Perfectos, y quedó el experimento que antecede al último disco.

En el segundo track de Fracaso comercial (los títulos de las canciones son números romanos, del I al V) se escucha una grabación: “Todos tienen un paquetito que te quieren meter adentro”. Extracto de Tango feroz, película que se juntaban a ver cuando eran chicos, y cuyos diálogos saben de memoria. Y forma de reivindicación también de aquella película acaso inicial para una generación. “Mientras mezclábamos el disco salió ponerle esa parte antes, porque pegaba bien con el arpegio de guitarra”, cuenta.

Futboleros confesos, los Simón Fuga describen su disco como un momento en el que, después de pelear el descenso durante dos años, tienen 1,500 puntos de promedio en un campeonato que disputan treinta equipos. “Hay tiempo para poner a los pibes y que los plateístas no los puteen. Está Menotti en el banco pidiendo que juguemos para divertirnos y que nos caguemos en el resultado”, dice Jeremías, y deja entrever que están cómodos, fuera de la zona de peligro, y con la hinchada contenta.

* Sábado 25 en El Emergente de Almagro, Francisco Acuña de Figueroa 1031. A las 21.