“Vamos a articular con el ministerio de Educación, con el de Defensa y con todos los organismos del Estado que puedan potenciar la causa Malvinas, que atraviesa a toda la sociedad, y por supuesto a todos los ministerios”, dice a PáginaI12 el director del Museo Malvinas, Edgardo Esteban. Acomodándose en su nueva función, Esteban destaca que estará enfocado en “la gran misión de este museo, que es poder construir un relato que permita y genere una participación masiva que contenga todas las voces. Y que de esta construcción basada en el disenso que pueda haber, surja la posibilidad y la alternativa de entender por qué se asume tanto la causa Malvinas desde las distintas miradas e intereses”. 

Sobre lo que encontró en este espacio que funciona en el predio de la ex Esma, dice que observó "varios baches en la historia, tal como está presentada". Y que halló algo que entiende como todo un símbolo, y es lo primero que piensa reponer: “la bandera argentina destruida, toda rota". 

Por pimera vez, un ex combatiente dirigirá este espacio que funciona en la ex Esma. El autor de "Iluminados por el fuego" adelanta los ejes de su gestión, y avanza sobre los proyectos que ya piensa para el museo. Enseguida aparece uno vinculado con el rock nacional. 

-¿De qué se trata?

-Creo que, como pasa con las hinchadas de fútbol, que no hay un equipo que no tenga una remera con un homenaje a Malvinas, igual que los trabajadores de los sindicatos, como los camioneros o los de ATE, en el rock también hay mucha identificación con la causa. Forma parte de la identidad que tiene el pueblo argentino con la causa Malvinas. Desde esa perspectiva, creo que el Museo Malvinas como punto de encuentro puede abrirse a ciclos de charlas, recitales de rock. Esto lo estamos trabajando fuertemente desde la gestión, poder armar un ciclo en el que se escuchen todas las voces y que cuenten sus experiencias: por qué han escrito esas canciones, cómo reciben en los recitales los jóvenes ese mensaje. Que puedan explicar, cómo se produce ese vínculo entre las canciones que hablan de Malvinas y el público. El rock es algo que nos acompañó a muchos durante la guerra, e incluso tenemos Barrock, que fue una demostración a favor de la paz.

-¿Cómo encontró el espacio?

-Lo que vemos en el museo es que faltan, en el relato de la historia que se propone, algunas cosas importantes. No están las invasiones inglesas, tampoco la Vuelta de Obligado, no está la resolución 2075 de Naciones Unidas. Ni el acuerdo que le dio la posibilidad al Estado argentino de pedirle al Reino Unido que se siente a dialogar sobre la descolonización de las islas, algo que se logró en el gobierno de Arturo Illia con el canciller José María Ruda. 

Por oro lado, me encontré con un personal con muchas ganas de retomar con fuerzas todo lo que es el trabajo del Museo. Valoro mucho a los trabajadores que quieren volver a hacer que el Museo sea lo que fue hace unos años atrás. Los trabajadores que se aguantaron estos cuatro años, pero que tienen muchas ganas de esta nueva etapa. Pero fundamentalmente durante este año en el que se cumplen 200 de la primera vez que se izó la bandera en Malvinas, nos encontramos con que lo que hay es una bandera toda rota. Así que lo primero que nos propusimos es material y es simbólico: volver a tener una bandera. Estamos en ese proceso. El museo tenía la segunda bandera más grande de toda la ciudad, después de la de Plaza de Mayo. Y queremos que vuelva a flamear en nuestro mástil.

-Al asumir planteó que tendrá un rol muy importante retomar el aspecto pedagógico del museo. ¿Cómo lo piensa llevar a cabo?

- Vamos a trabajar con pedagogos en los planes del Museo. Con profesionales que ya formaron parte de este equipo, para trabajar los contenidos y poder acercarnos a las escuelas y a las universidades, para poder debatir la causa Malvinas. La gran misión de este museo es construir un relato que permita y genere una participación masiva que contenga todas las voces, y que de esta construcción, basada en el disenso que pueda haber, surja la posibilidad y la alternativa de entender porqué se asume tanto la causa Malvinas, desde las distintas miradas e intereses que hay. Es lo que me planteó el ministro (de Cultura), Tristán Bauer, y es el gran objetivo que yo tengo para seguir avanzando en lo que significa la causa Malvinas.

-Teniendo en cuenta los avances por la movilización de la mujeres en temas de género, ¿tiene contemplado abordarlos vinculándolos a Malvinas?

-Los nuevos actores tienen que estar en el debate, el rol de la mujer en lo que fue Malvinas tiene que estar presente. En lo que fue Malvinas, pero también en la actualidad, para entender y saber cómo sienten y cómo viven la cuestión Malvinas las mujeres. Otro tema que aparece como es el del medio ambiente, porque atraviesa el concepto de soberanía, en esta etapa en la que buscan extraer nuestros recursos hidrocarburíferos con el peligro de contaminaciones.

-Las actividades del Museo abarcan tareas de distintos ministerios. ¿cómo articulará esa relación?

- Estamos trabajando intensamente. Ya hemos hablado con Daniel Filmus (secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur) sobre nuestra actividad y la idea que vamos desarrollando es de complementariedad. También para que el Museo sea un lugar de paso de los funcionarios, los dirigentes que quieran participar. Vamos a articular con el ministerio de Educación, con el de Defensa y con todos los organismos del Estado que puedan potenciar la causa Malvinas, que atraviesa a toda la sociedad, y por supuesto a todos los ministerios. 

Hay que atender lo que dijo el presidente Alberto Fernández: La causa Malvinas no es una causa de un gobierno, sino que es una causa del Estado, es una cuestión de todos. Y por eso hay que trabajar a largo plazo con políticas que se sostengan en el tiempo en el reclamo de la recuperación de nuestras islas a través de métodos pacíficos.