La figura legal “homicidio por placer”, que pedirá la defensa de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado en Villa Gesell , fue aplicada en al menos dos casos resonantes. El mismo agravante se utilizó en las imputaciones por el doble homicidio del diputado Héctor Olivera y su asesor Miguel Yadón, cometido a metros del Congreso Nacional, y en el caso del "tirador serial" de Belgrano, en 2006.

En mayo de 2019, Juan José Navarro Cádiz, alias "El Cebolla", y Juan José "El Gitano" Fernández fueron procesados con prisión preventiva por el "doble homicidio agravado por alevosía y por placer" de Olivera y Yadón, asesinados a tiros unas semanas antes en plena Plaza del Congreso.

En su fallo, el titular del juzgado criminal y correccional 16 de la Capital Federal, Mariano Iturralde, consideró que Navarro Cádiz y Fernández son “coautores criminalmente responsables del delito de doble homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía y por placer, como así también por el uso de arma de fuego con el delito de portación de arma de guerra sin la debida autorización legal”. Esta calificación fue confirmada luego por la Sala IV de la Cámara del Crimen, por lo que todo indica que serán juzgados por ese delito, el cual prevé pena de prisión perpetua.

Por otro lado, Martín Ríos, el hombre que protagonizó al menos cuatro ataques armado en el barrio de Belgrano, fue imputado también por el "homicidio agravado por placer" del joven Alfredo Marcenac, una de las víctimas de sus tiroteos en serie. Sin embargo, luego de un largo proceso judicial finalmente fue declardo inimputable bajo esa figura.

También en femicidios se utilizó esta calificación. Gerardo Barzola fue condenado en 2015 a prisión perpetua por el "homicidio por placer" de Teresa Niz, a quien violó golpeó, quemó y tiró sobre la letrina del baño de su casa en 2013, según pudo probar la Justicia. El fallo quedó quedó confirmado luego por el Tribunal Supremo de Justicia de la provincia.