Desde la Asociación Empleados de Comercio de Rosario (AEC) denunciaron ayer que los los propietarios de la vinoteca Tinta Negra, que también lo fueron de la que tenía por nombre Barcelona, ubicada en Córdoba al 2300, vaciaron la empresa y dejaron en la calle a 18 empleados. El gremio denunció la situación ante la delegación local del Ministerio de Trabajo provincial. "Le solicitamos la urgente intervención porque Mariano Sebrié, dueño de esa vinoteca, en un acto de mala fe, arbitrario y malicioso, tramposamente pretende desvincular a este grupo de trabajadores, llevando adelante despidos colectivos", señalaron los mercantiles . El secretario Gremial de AEC, Juan Gómez, dijo que el titular de la empresa "huyó como un ladrón en la noche, por eso los trabajadores están devastados, porque no tenían idea de que iba a pasar esto, un acto de mala fe terrible, una demostración de desprecio hacia sus propios trabajadores".

Los trabajadores de la vinoteca trabajaron normalmente hasta el jueves. Cuando se  presentaron ayer a cumplir sus tareas habituales, se encontraron con el local cerrado y poca mercadería en el local. En la puerta del tradicional negocio sólo quedaba un cartel anunciando las fechas de los cursos de vino para febrero y marzo. "Los trabajadores no fueron notificados, ni verbalmente ni por escrito, de tal situación y por lo tanto nuestro sindicato hizo la presentación que corresponde en la delegación Rosario de Trabajo", informaron desde el gremio a través de un comunicado.

Gómez relató que el último intercambio de palabra que tuvo el propietario de la vinoteca con los empleados "fue decirles 'hasta mañana, nos vemos'. Pero cuando llegaron esta mañana (por ayer) estaba todo vaciado y cerrado, hasta esa perversión tuvo en este deshacerse de los trabajadores. Por eso repudiamos duramente esta acción de los titulares de esta empresa, prepararon el terreno y engañaron a los trabajadores hasta último momento". El dirigente gremial consideró que el empresario "demostró una falta total de sensibilidad hacia los trabajadores, incluso no sabemos si van a cobrar los despidos".

"Lo que hace Sebrié es cambiar el nombre de la razón social pero sigue con su nefasta política de atropello a los trabajadores, dejándolos en la calle y sin ningún tipo de explicación. En la realidad, no hay ninguna razón que avale esta cobarde y artera decisión patronal que, a todas luces, es un vaciamiento de empresa ya que la mercadería ha sido llevada a distintos galpones del titular de la vinoteca", denunciaron desde Empleados de Comercio. "Muchos de los compañeros tienen más de diez años de antigüedad, ya que provienen de la ex Barcelona”, concluyeron.