A una semana de haber generado tensión y temor al amenazar a su ex pareja con un arma y tomar como rehén a su hijastra de 21 años, en Moreno al 4000, Cristian S. fue imputado y quedó en prisión preventiva por 90 días. Así lo resolvió la jueza Valeria Pedrana en la audiencia donde le achacaron los delitos de resistencia a la autoridad agravada, violación de domicilio, privación de libertad y portación de armas. La fiscal Luciana Vallarella mencionó que "no sería la primera vez" que el agresor, de 41 años, amenaza a la ex pareja, a quien el viernes pasado le intentó disparar, por lo que no descartó sumar una imputación por violencia de género cuando entreviste a las víctimas. Incluso, dijo que la hija de la mujer refirió que ésta le tenía miedo. Ambas están en prisión domiciliaria, en el marco de la causa que se abrió en la Justicia Federal, por el hallazgo de drogas en la vivienda. Además, se indicó que al momento del hecho, el acusado estaba en libertad condicional por una condena a tres años de prisión efectiva, por abuso de armas, portación, amenazas y hurto por escalamiento.

Vallarella le imputó la seguidilla de hechos que comenzaron alrededor de las 9.30 del 31 de enero pasado. Según dijo la fiscal, a esa hora, S. llegó a la casa de Carina, pidiéndole el dinero que ella tenía para una operación de su hija; pero como la mujer le dijo que no se lo daría, S. respondió que la iba a matar y le apuntó con dos armas de fuego que tenía en sus manos. Incluso, llegó a gatillar, sin que saliera la bala. Tras ello, se fue de la casa, cuando la mujer llamó al 911. Antes del mediodía, el agresor volvió "alterado" al lugar en un Renault Clio, tras conducir a gran velocidad y realizando maniobras de tránsito peligrosas. En el lugar había personal policial, por el llamado al 911 y los efectivos le hicieron seña para que detuviera su marcha y dieron la voz de alto. La fiscal indicó en la audiencia que en ese momento, S. exhibió las dos armas e intentó darse a la fuga, por un pasillo. Cuando empezó a ser perseguido por uno de los agentes, el acusado le disparó una cinco veces, por lo que el policía tuvo que tirarse al suelo. En ese momento, el imputado entró al departamento donde retuvo a su expareja y a la hija de esta, apuntándoles a ambas con las armas que portaba. Mientras tanto, gritaba: "Váyanse de mi casa, vigilantes de mierda, o las mato". 

Vallarella sumó que en medio de ese clima de tensión, el agresor se disparó en el maxilar y siguió amenazando a la policía. Tras ello, arrojó una de las armas que fue secuestrada y su expareja logró escapar con un bebé en brazos. S. tomó a la hija de la mujer del brazo y salió de la casa, con el arma en la otra mano, para gritarle a la policía que si no se corrían, la mataría. Empezó a caminar hacia su auto, y en un momento de distracción -cuando el acusado agarró su celular del bolsillo- un agente logró la detención y el secuestro del arma.

En su relato de los hechos al personal policial, la joven tomada como rehén -que ayer estaba siendo entrevistada por personal de la Fiscalía, junto a su madre- dijo que ella estaba durmiendo en la planta alta cuando recibió un mensaje de su madre para que bajara. Ahí vio a su mamá discutiendo con S. y que ésta le pedía que se fuera. La chica relató los momentos de angustia que generó el acusado tanto dentro como fuera de la casa. Dijo que una hermana de 13 años pudo escapar -al igual que su madre y el bebé- y que en un momento quedó ella con un hermanito de siete años, a quienes les manifestó: "Mirá lo que me hicieron hacer". Luego, tomó a la chica de rehén y salió de la casa. La chica dio cuenta, también, de otros hechos de violencia de S. hacia su madre, con el uso de armas, y mencionó el temor que su madre le tenía. La mujer hizo un relato similar y dijo que los amenazó porque ella le dijo que no le daría la plata que le pidió. 

La imputación se realizó una semana después, ya que el hombre debió ser internado para ser intervenido por la herida que presentaba, que era de consideración, y tuvo que permanecer en terapia intensiva. La defensa solicitó una evaluación psicológica forense.