Durante la feria judicial de enero hubo 857 denuncias de violencia familiar, de las cuales, más del 90 por ciento tiene que ver con situaciones de violencia de género. Ese número contempla los casos de localidades aledañas a Rosario que no tienen atención en el primer mes del año; por lo que el dato que más alarmó en los Tribunales provinciales fue el que arrojó el conteo de diciembre de 2019: 823 casos solo en Rosario. Las cifras de atención de la Oficina de Violencias que funciona en calle Moreno, dentro del Palacio Judicial, fueron dados a conocer por la jueza de Familia e integrante de la Red de Mujeres para la Justicia, Andrea Brunetti. Para la magistrada, los datos son "preocupantes", destacó que "a todos se les dio respuesta"; y aseguró que "la violencia machista es consecuencia de un problema cultural".  

En enero de 2019, las cifras de la violencia patriarcal ya eran alarmantes: hubo poco más de 900 presentaciones y un día se habían llegado a registrar cerca de 90, como número pico. Es decir que en enero de este 2020, las estadísticas prácticamente se mantuvieron a las del año anterior. Sin embargo, diciembre de 2019 fue el mes que más sorprendió a los y las operadoras judiciales, porque solo registró casos locales y prácticamente se acercó a las cifras del primer mes de este año que, por ser feria judicial, reúne denuncias de otras localidades cercanas que no funcionan durante el mes de receso en enero. 

Brunetti señaló que a mediados del año pasado hubo una reconfiguración del trabajo en la Oficina de Violencias y se organizó de otra manera. "Los números se mantuvieron altos", lamentó. Como indicador, la jueza señaló que en diciembre los datos "impactaron". Por otro lado, la magistrada dijo que durante la feria judicial, la violencia no tomó vacaciones, y destacó que ante ello, se trabajó "con normalidad", y "se le dio respuesta a todos los casos, de la misma manera que si hubieran estado funcionando todos los juzgados".

Las denuncias, según indicó, se reciben tanto por la mañana como por la tarde, en la oficina ubicada sobre el pasillo de calle Moreno al 1600, en la planta baja. "Allí se le hace una entrevista a la víctima, y se analiza si es necesario dictar una prohibición de acercamiento u otra restricción que se deriva al juzgado de Familia. También si tiene que intervenir una trabajadora social o a las Defensorías", dijo. En el total de causas, también están incluidas las cuestiones penales, que trabaja el Ministerio Público de la Acusación (ver recuadro). 

La jueza señaló que "las causas de la violencia pueden ser variadas, porque ésta tiene muchas caras. La base (del flagelo que en Argentina mató a una mujer cada 26 horas, el año pasado) es una construcción social patriarcal, y se suman contextos relacionados con estereotipos", dijo. Y consideró importante que la información sobre los derechos llegue a la sociedad para que haya acceso a la Justicia de todos los sectores, pero sobre todo de los más vulnerables. En ese sentido, señaló que el cuadro familiar "sigue siendo de estructura patriarcal: mamá, papá; mamá, cuida; papá, trabaja. Por eso el derecho de familia reguló nuevas cuestiones", recordó sobre el código vigente desde 2015.