La familia de Daniela Guantay, cuyo femicidio se cometió en 2017 y está ahora en proceso oral de debate, convocó a una marcha para exigir justicia este viernes 21. Las concentración será en la plaza 9 de Julio desde las 18.30 y se prevé que la movilización comenzará a las 19 junto a la Comisión de Familiares Contra la Impunidad.
"Quisiera una condena ejemplar para que no haya otra Daniela Guantay y que no quede impune. Pido que la gente me apoye. Hoy es mi hija pero si esto queda impune o (los acusados) no tienen perpetua, van a salir y ¿a quien le tocará después?", sostuvo Verónica Guantay, la mamá de Daniela.
La madre también pidió que el Tribunal "juzgue con perspectiva de género (...) por la violencia que han ejercido hacia ella hasta quitarle la vida". En conversación con Salta/12 sostuvo que a su hija "la violaron, la golpearon y torturaron hasta morir". El 27 de febrero se conocerá la sentencia.
Hoy finalizará la ronda de testimonios, se proyectará en video la declaración de una testigo de identidad reservada que ya falleció a causa de una enfermedad y que afirmó haber presenciado la violación, tortura y asesinato de la víctima. También se realizará una inspección ocular en la casa del imputado Juan Reynaldo Álvarez, donde se habría cometido el crimen. Guantay dijo que esa vivienda fue quemada dos veces. Se espera también la declaración del acusado Norberto Silvestre.
El Tribunal está compuesto por la jueza Paola Marocco, en la presidencia, y las vocalías de la jueza María Livia Carabajal y el juez Francisco Mascarello. Todos de la Sala VII.
"Creo que las juezas y el juez han escuchado bien y se han dado cuenta de cómo ha sido la situación. No quiero una sorpresa. Estamos esperando perpetua para todos los que han participado", expresó Guantay. La madre también dijo que las declaraciones de testigos ofrecidos tanto por la querella, el Ministerio Público Fiscal y la defensa de los imputados, señalaron que son los implicados en el crimen.
Los imputados son Julio César "El Gordo" Monasterio , Norberto "Chiqui" Silvestre, Carlos Alfredo "Chili" Agüero y Juan Reynaldo "El Viejo" Álvarez; están acusados de homicidio triplemente agravado por mediar violencia de género, al haberse perpetrado con ensañamiento y premeditado por varias personas. También se los acusa por abuso sexual con acceso carnal agravado por el número de perpetradores y calificado por la muerte de la víctima. La imputación también es por tortura agravada ante la muerte de la víctima y por la participación de una menor de edad.
En la causa judicial hay dos mujeres imputadas. Marisel Griselda Urzagaste, "Marisol", es juzgada por homicidio doblemente agravado y tortura. La otra acusada tenía 16 años cuando se cometió el crimen, es juzgad por su presunta participación en los hechos pero luego un juez de menores deberá determinar sentencia. Las dos están con prisión domiciliaria.
"A los testigos los amenazaron", afirmó Guantay, pero valoró que se han presentado a declarar aún con miedo y pese a que en la instancia del juicio ya no se les resguardaba la identidad a quienes pidieron reserva. "Han armado coraje y han declarado lo mismo. No se han contradecido en nada", manifestó la madre.
Dijo que uno de los testigos le tenía miedo "al Chiqui" porque lo había amenazado y debieron sacarlo de la sala de juicio. Este hombre dijo que "escuchó a 'Gaturra' (la menor de edad) y al 'Chiqui' cuando estaban en la vereda riéndose, como burlándose por lo que hicieron. Diciendo que 'Gaturra' la había entregado en el descampado a 'la minita' (Daniela)", indicó Verónica Guantay. Especificó que este testigo expuso haber sido amenazado por "Chiqui" con hacerle daño a él o a su familia.
La madre expresó que se sintió atacada por un defensor y una defensora oficial,pero destacó que la jueza Marocco frenó esta situación de revictimización.
"Walter Clark me reclamaba por qué salgo a hablar en la radio, dijo que se siente ofendido. ¿Cómo me tengo que sentir yo si mataron a mi hija?", expuso. La mujer también resaltó que el letrado le cuestionaba si el cuerpo estuvo en custodia, cuando pidió una exhumación en la que intervino el perito de parte Carlos Párraga. Indicó que la revisión se hizo en el Cuerpo de Investigaciones Fiscales. "Hasta el día de hoy no recuperé la ropa de mi hija", sostuvo la madre. También recordó que solo había huesos del cuerpo de su hija, porque la habrían descuartizado y, según testigos, le pusieron un líquido.
Guantay también dijo que sintió que otra defensora la trató de mentirosa cuando expuso mensajes que recibió de la madre de un testigo pidiendo ayuda ante amenazas en la cárcel donde está detenido con los imputados "Chiqui" y Monasterio. "La madre hizo la denuncia en la comisaría", detalló.
Intervienen en el juicio la fiscala penal Verónica Simesen de Bielke. El abogado Martín D`Andrea asiste a Urzagaste; José Ortín Fernández defiende a Silvestre; la defensora oficial Thelma Niederle, asiste a Álvarez y Monasterio; Agüero es asistido por el defensor oficial Walter Clark, y el abogado Adolfo Sánchez Alegre representa a la joven que era menor de edad al momento del hecho. Por otro lado, la abogada Gabriela Rodríguez y el abogado Pablo Del Pino, de la Fundación Cintia Fernández, representan a la familia Guantay, que participa del proceso como querellante.
El 4 de marzo de 2017 la madre de Daniela Guantay radicó la denuncia por la desaparición de su hija, dijo que días antes no se la quisieron tomar. Tres días después el cuerpo apareció en las márgenes del río Vaqueros. Pero, según la reconstrucción de la Fiscalía, la muerte se habría producido entre el 2 y 3 de marzo en el domicilio de Álvarez en el barrio 17 de Octubre. La requisitoria fiscal sostiene que la joven de 22 años "fue entregada", se le atribuía haberse apoderado de pasta base que tenía "Chuli". La joven de 22 años fue atada a una silla donde se la interrogó, fue lastimada y abusada sexualmente para luego cortarle las extremidades.