El intendente Pablo Javkin decidió ayer clausurar el boliche donde fue a bailar Carlos Orellano, cuyo cuerpo fue hallado flotando en el río Paraná. "La paz se construye con ley”, dijo el mandatario, luego de anunciar la clausura preventiva por 45 días del boliche Ming River House, local a donde fue a bailar el joven de 23 años y cuyo cuerpo fue hallado este miércoles en el río, cerca del muelle 3. En tanto ayer familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo de Orellano, quien fue sacado por personal de seguridad y tras 36 horas fue hallado muerto en las aguas del río Paraná cerca del local, comenzaron a concentrarse pasadas las 14 en el lugar para exigir "Justicia por Bocacha".

 Javkin anunció la medida en declaraciones a la prensa, al finalizar el acto de celebración por un nuevo aniversario de la creación de la Bandera frente a la estatua de su creador, Manuel Belgrano. “Nosotros hemos tomado la medida de clausura por 45 días hasta que el Ministerio Público de la Acusación (MPA) avance con las investigaciones. También analizaremos sanciones definitivas y aplicaremos el máximo rigor. Hay situaciones que no se pueden tolerar más”, señaló el intendente, quien deslizó que la sanción podría ser definitiva.

Javkin dijo que “ante la demanda de la familia la única respuesta posible de nuestra parte es el máximo rigor de la norma vigente”. “Hemos tenido varias clausuras desde enero hasta acá, habrá gente a quien quizás no le guste pero la paz se construye con ley”, concluyó el intendente. Agentes de Control y Convivencia Ciudadana colocaron las fajas al local este jueves, cerca de las 11 y pocas horas del anuncio del intendente.

Edgardo, papá de Bocacha, dijo en declaraciones radiales que no descarta que la investigación por la muerte de su hijo pase a la Justicia Federal. Además, advirtió que “los implicados en el asesinato de Carlos son el jefe de los patovicas y dos policías que hacían adicionales y son marido y mujer”.

Esta mujer policía fue la que radicó la denuncia en la comisaría 2ª y en la Prefectura donde contó que este lunes pasadas las 5 mientras estaba haciendo adicionales vio a un joven en la baranda que da al río y que después cayó, sin intervención de terceros. Lo que para la familia de Carlos fue una maniobra para tardar la recolección de pruebas, debido a que el boliche Ming también abrió el lunes por la noche mientras a Carlos lo estaban buscando.

“Perdimos las primeras 36 horas, las principales. Si no iba yo a mover el asunto todavía estaríamos esperando. Si no me empezaba a mover con los fiscales no pasaba nada”, remarcó Edgardo, quien llamó a movilizarse por “un país en libertad donde un patovica no tenga licencia para matar. Donde la policía no embarre la cancha cuando uno levanta pruebas, donde otro no cajonee pruebas”.