Unas 9 de cada 10 mujeres y personas lgbtiq+ mayores de 18 años que residen en la Argentina (88 %), dijeron haber recibido algún chiste, comentarios sexistas, machistas y/o discriminatorios en el ámbito laboral, que les generaron incomodidad.

Según la encuesta realizada por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) y la consultora Nodos a 1.443 mujeres y disidencias en noviembre de 2019, otro 77 % recibió comentarios sobre el cuerpo y/o la vestimenta que fueron inadecuados y les generaron incomodidad. La mitad de las mujeres (52 %) manifestó que fue excluida de reuniones de trabajo/sociales sensibles para el desarrollo de sus objetivos laborales. El 68 % reveló que en su historia laboral sus opiniones profesionales fueron denigradas e ignoradas, mientras que ese porcentaje asciende a un 79 % entre las descendientes de pueblos indígenas o afrodescendientes. El 69 % de esta franja percibió un trato laboral diferencial con sus pares varones, cifra que trepa al 77 % entre las descendientes de pueblos indígenas o afrodescendientes.

Sobre las vivencias y percepciones relativas al acoso sexual, un 25 % de mujeres encuestadas dijo que sufrió hostigamiento laboral por negarse a un intercambio sexual. Las mismas experiencias aumentan un 34 % entre las descendientes de pueblos indígenas o afrodescendientes. El 15 % de las mujeres afirmó que le pidieron favores sexuales a cambio de un beneficio laboral, duplicando estas situaciones entre las encuestadas con discapacidad (33 %) y personas lgbtiq+ (34,7 %). Sin embargo, el 58 % de lxs encuestadxs dijo que en su lugar de trabajo no hay políticas y/o programa de prevención, de erradicación del acoso y la violencia laboral.

“Si bien la encuesta muestra un alto grado de reconocimiento de distintas experiencias y vivencias ante situaciones de discriminación, acoso y violencias, ante la pregunta de si en su trabajo sufre o sufrió situaciones de acoso o violencia laboral, tan solo el 34 % respondió afirmativamente”, advirtió Natalia Gherardi, directora ejecutiva de ELA. “Es decir, se reconocen situaciones de discriminación, violencias y acosos a las que cuesta ponerle el nombre de tales.”

Para Gisela Dohm, una de las autoras, el estudio logró poner de manifiesto que “aún hay mucho camino por recorrer en materia de prevención, abordaje, sanción y erradicación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo”.