El viernes en horas tempranas de la mañana falleció nuestro compañero, maestro, amigo entrerriano-mexicano Juan Carlos "el negro" Geneyro. Respetadísimo pedagogo y filósofo formó doctores, maestrandos y especialistas, evaluó docentes y universidades, fundó cátedras, carreras, ediciones; leyó, releyó y escribió clásicos de la educación, corrigió a sus tesistas, discutió con pasión sobre la educación, sobre el deseo de enseñar, sobre las nuevas universidades y la nueva docencia.

Licenciado y profesor en Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional del Litoral (1968), en 1971 se graduó de magíster en la Universidad de Puerto Rico (1971). Militante de la generación de los años setenta, asumió la Secretaría Académica de la novel Universidad Nacional del Comahue en la primavera democrática de 1973 y 1974, hasta que la derecha un año antes del golpe de marzo del '76 lo desplazó y persiguió, como a cientos de miles. Se exilió en México.

Se doctoró en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona (1988). Por las visicitudes de la vida, regresó definitivamente al país años después de la recuperación de la democracia. Desde su regreso definitivo nunca dejó de aportar a la construcción de una universidad de calidad y para las grandes mayorías.

Fue vicerrector de la Universidad Nacional de Lanús, protagonista de los grandes debates sobre la universidad argentina, codirector con Juan Carlos Tedesco y Fernández Lamarra del doctorado en Educación de las Universidades Nacionales de Tres de Febrero, Lanús y San Martín.

Fue miembro de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria. En 2015 el gobierno nacional lo designó rector organizador de la Universidad Nacional de Villa Mercedes, pero con el cambio de gobierno fue desplazado. Una injusticia más del subdesarrollo universitario argentino signado por la partidización política. Por su origen entrerriano siempre colaboró con la Universidad Nacional de Entre Ríos. La Universidad Nacional de Villa María lo recuperó como secretario académico, hasta que en los últimos años de su vida decidió acompañar a la Universidad Nacional de Río Negro, volver a la Patagonia 46 años después.

Colaboró con el diseño de las políticas de ingreso a la Universidad, coordinó reuniones con docentes de los primeros años de las carreras. En los encuentros, él, con la humildad que lo caracterizaba, exponía ante los profesores de manera clara y precisa una manera de entender la docencia universitaria anclada en el compromiso con la igualdad social y el respeto por las trayectorias de cada uno de los/as estudiantes.

Dentro de sus aportes significativos destaca su relevante participación en el diseño e implementación de la Especialización en Docencia Universitaria. Acompañó al equipo de docentes impulsores de la Sede Andina en la construcción del plan de estudios del Doctorado de la UNRN, Mención en Ciencias Sociales y Humanidades.

Era ante todo una persona que amaba el mundo universitario, con un profundo conocimiento del sistema y sus instituciones. Lograba transmitir y contagiar esa pasión.

Ayudó a la comunidad universitaria argentina para ser mejores.

La Universidad Nacional de Río Negro despide a un amigo.

*Rector de la Universidad Nacional de Río Negro.