"Documentales socioculturales ". Así define Netflix al estreno de la biografía del trompetista de jazz, Miles Davis.  Sobre el genial músico se ha escrito mucho en todo este tiempo. Incluso está disponible la versión en español de su notable autobiografía. Para quienes la leyeron encontrarán muchas citas de Miles en la voz del actor Carl Lumbly, esa voz ronca inigualable, producto de una operación -entre tantas- que padeció Davis. Es el primer hallazgo del documental. 

Hablan sus hijos, músicos que compartieron escenario, el maravilloso manager del Newport Jazz Festival. Los testimonios de sus mujeres -sobre todo de la bella bailarina negra Frances Taylor, a la que Miles honró con la tapa del disco Someday My Prince Will Come,  y a la que golpeaba cuando brotaban sus ataques de celo-,  fotos e imágenes de conciertos inéditos (con Prince, por ejemplo), el testimonio revelador del contrabajista Ron Carter cuando le contesta que no va a tocar el bajo eléctrico en el grupo que iba a fundar el jazz rock. 

Y la  mirada de Miles. Cuando entrena arriba del ring, solo, tirando trompadas al aire, mirando a la cámara con una sonrisa. "El boxeo es como la música: cada día se aprende algo. Boxeo porque me da fuerza. Y expulsa de mis pulmones el humo de la noche anterior. Y es bueno para tener buen soplo. Me permite quedarme pegado a la embocadura", decía. O cuando mira fijo a la cámara fotográfica, viejo y cansado.

Más allá del insoportable Santana -que aparece en todo documental de Davis-, el documental logra atrapar a los fanáticos del jazz y también es una inteligente manera de acercar a un Gigante del Jazz a públicos nuevos.

Netflix: The Birth of Cool: La historia de Miles Davis y su música. Duración: 1 h 55 min