A lo largo, de su carrera inigualable, Amadeo Carrizo dio millares de entrevistas. Y dejó sentencias y definiciones como lo que verdaderamente fue: un sabio del fútbol. A la hora de su partida, vale la pena rescatar algunas de ellas. Recopiladas por el periodista Lucio Fernández Moores en su libro "Ser o no ser… arquero".

* "Mi primer partido como arquero fue en El Fortin, el equipo de mi barrio. Me vieron condiciones, me pusieron y me agradó. Tenía 14 años, era flaquito, alto, agarraba bien la pelota y jugaba campeonatos en los barrios contra muchachos de 15 o 30 años. Fue ahí cuando me convencí de que ese iba a ser mi puesto”

* "Me daba bronca de que siempre al más gordito y al más inútil lo mandaran al arco. Quise ir haciéndole saber al público y a los periodistas la importancia que tiene un gran arquero en un equipo. Traté de ir sumando puntos en ese aspecto: el arquero jugador que intuye, que sabe salir del arco a cortar un ataque. La historia de River necesitaba un arquero con esa visión del juego”

* “Cuando en 1954, lo gambetee a (José) Borello en el Monumental, la hinchada de Boca me agarró bronca para todo el resto de mi carrera y cada vez que iba a la Boca, me hacían la vida imposible, me ponían toda clase de obstáculos y me sacaban del partido. Pero nunca dije que no quería jugar. Si me salían mal las cosas, la culpa no era mía sino del técnico que sabiendo todos esos inconvenientes, no me tenía que haber puesto”

* “No sé lo que pasó en el Mundial de Suecia, no anduvimos bien y llegamos sin fogueo internacional de gran nivel contra equipos europeos. Había una gran diferencia con ellos, no en cuento a la técnica sino en el estado atlético y entonces, nos pasaron por encima. El jugador argentino siempre confió más en su técnica y en su individualismo que en lo físico”.

* “La final con Peñarol de 1966, hoy no la perdemos. Lo que pasó fue que seguimos jugando como siempre, yendo al frente, en vez de hacer circular la pelota tocándola para los costados para hacer tiempo y mantener la ventaja”.

* “En River ganaba lo que pretendía, pero menos de lo que merecía y siempre peleando. Los dirigentes te asustaban con que te iban a colgar, que si no arreglabas por lo que ellos te decían, te ibas a quedar fuera del equipo y al final uno arreglaba porque tenía una familia que mantener. Nosotros vivíamos asustados. (Antonio) Liberti eran bravísimo. Me mezquinaba con que yo era un hijo de River. Otras épocas”.

* “Sanfilippo fue uno de los jugadores que más goles me hizo. Tenía precisión para entrarle a la pelota con una potencia y una velocidad tremenda. Le pegaba muy bien, muy rasante apenas por encima del suelo. Fue uno de los mejores jugadores que le ha pegado a la pelota en el fútbol argentino”

* “Antes había más nombres en un equipo. De los once, seis o siete tenían un gran nombre, tipo estrellas y eso era un gran atractivo para que el hincha fuera a la cancha. El hincha no sólo iba a ver a su camiseta sino que quería ver jugar a los grandes jugadores que ahora faltan. Algunos iban a verme a mí y otros a Walter Gómez, a Loustau, a Artime, a Moreno y a Pipo Rossi, De un campeonato de 32 partidos, en 30 llenábamos el Monumental. Y con toda la gente parada”.

* “El fútbol que se hacía antes era un fútbol más abierto, con ganas de ir al triunfo y sin temor a que te hicieran un gol porque enseguida salías a hacer otro para tratar de empatar o ganar. Ese era el juego que le gustaba más al hincha. Reconozco que hoy hay un mejor estado atlético. Pero si ese estado lo hubieran tenido los jugadores de mi época, hubieran podido jugar hasta cuando quisieran”

* “Yo diría que el director técnico tiene poca importancia en el fútbol. A los grandes cracks, como los que he tenido la fortuna de codearme, no se les puede decir mucho. Si yo tengo once Maradona en el equipo, de diez partidos seguro que voy a ganar nueve. Los que hacen un equipo de fútbol son los jugadores, no los técnicos. Dentro del campo de juego, son ellos los que resuelven”.

* “A mi gustaban los arqueros de largas trayectorias como Gatti o Fillol. Gatti fue un arquero de capacidad sensacional en el juego de anticipación. Fue el número en eso. Fillol era invulnerable, un felino bajo los tres palos. Lo ideal es juntar lo mejor de Gatti con lo mejor de Fillol para tener al gran arquero”.

* “Nunca me hicieron un gol bobo”