En un nuevo intento por frenar el avance del coronavirus, el gobierno chileno decretó el toque de queda en todo el país. La medida entrará en vigencia esta noche, luego de que en las últimas 24 horas se registraran 95 nuevos casos de Covid-19, lo que eleva el número total de contagiados a 632. 

El sábado Chile registró su primera víctima fatal, una señora de 83 años que estuvo en contacto con un familiar que había viajado al exterior. Si bien la cantidad de casos se estabilizó en los últimos días, se confirmaron casos positivos en zonas muy remotas, y muchos contagiados violaron la cuarentena domiciliaria. Varios chilenos además eligieron las zonas residenciales de Santiago para vacacionar este fin de semana. Previo al toque de queda, el presidente Sebastián Piñera habia decretado el estado de catástrofe por 90 días en todo el país, lo que permitía restringir reuniones en espacios públicos y asegurar la distribución de bienes.

"El presidente Sebastián Piñera ha instruido, a partir de hoy, que habrá toque de queda en todo el territorio nacional desde las 22 horas hasta las 5 horas del día siguiente. Las personas tienen que estar en su domicilio para disminuir los contactos sociales", manifestó el ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, al presentar la medida adoptada por el gobierno.

Mañalich no aclaró si este toque de queda se impondrá solo en la noche del domingo o se repetirá todas las noches, aunque explicó que se "estabilizó la cantidad de casos diarios en los últimos cuatro días", con un número cercano a 100 por jornada. De esta forma, la última cifra oficial de contagios llega a los 632.

El sábado, una mujer postrada de 83 años se convirtió en la primera víctima fatal del Covid-19, contraído en una reunión familiar en su casa, donde uno de los integrantes había llegando recientemente del exterior.

El gobierno, que aumentó su capacidad de testeos diarios, anunció nuevas medidas de prevención nacional porque se confirmaron nuevos casos positivos en zonas remotas. El toque de queda también obedece a la desobediencia ciudadana, incluso entre contagiados de coronavirus con síntomas leves a quienes se les ordenó cuarentena domiciliaria y la violaron.

En un clima de confinamiento parcial voluntario que vació los espacios públicos de las principales ciudades del país, las autoridades están tomando medidas más duras debido a la gran afluencia de turistas locales a los balnearios de la costa central, a unos 100 kilómetros de Santiago, que se vio el viernes pasado.

En las tres comunas más ricas de Chile, ubicadas en Santiago, se concentran la mayoría de los casos de Covid-19 en el país. Por esta razón, las autoridades anunciaron que establecerán un control policial estricto, con apoyo de las fuerzas armadas, en los barrios de Providencia, Las Condes y Vitacura. 

Un número importante de residentes de estas zonas cuenta con una segunda vivienda en las playas de la costa central, donde los pobladores locales, pescadores y personas que trabajan en el servicio, impidieron con barricadas el ingreso a estas localidades, que cuentan con centros médicos pequeños, muchos de ellos precarios.

Chile decretó el jueves pasado el estado de excepción constitucional de catástrofe por 90 días ante la emergencia por el coronavirus, lo que permite restringir reuniones, garantizar la distribución de servicio y asegurar la reserva de alimentos. El gobierno ordenó además el cierre de todos los centros comerciales.

Además, los partidos políticos acordaron posponer hasta octubre el plebiscito para decidir una nueva Constitución y la composición del organismo que debe redactarla, una de las mayores exigencias de la sociedad chilena.