Debido a la ausencia de una vacuna, la única forma para frenar la propagación del coronavirus es impulsar el aislamiento total de los ciudadanos. De ese modo, se busca aplanar la curva de los contagios y evitar que el sistema sanitario colapse. El problema es que esa medida tiene como contracara la debacle de la economía. El gobierno lo tiene claro y está haciendo todo lo que tiene a su alcance para aminorar el golpe, fundamentalmente sobre los que menos tienen. Luego de los anuncios realizados la semana pasada, este lunes será el turno de los monotributistas y los trabajadores informales que han visto reducir a cero sus ingresos por el confinamiento. También se suspenderán los cortes de los servicios por falta de pago.

Los monotributistas son unos 5 millones, mientras que los informales suman cerca de 7 millones. Según el Indec, hay 4,8 millones puestos de trabajo de asalariados sin aportes a la Seguridad Social y otros 1,9 millón de desocupados urbanos. La gran mayoría de los trabajadores “en negro” son personal doméstico, comerciantes, trabajadores rurales y empleados de la construcción y de la industria. Ninguno cobra salario público ni privado. Por lo tanto, dependen de lo que hagan en el “día a día” para vivir. El presidente Alberto Fernández aseguró este domingo que todo ese universo va a tener un auxilio del Estado.

Según trascendió este domingo, el presidente anunciará este lunes que los monotributistas de la categoría más baja y los informales recibirán una suma fija, en principio por dos o tres meses, para que puedan aguantar el vendaval que vendrá de la mano de la peor pandemia global de la que se tenga memoria. El aporte sería de 5000 pesos mensuales.

El presidente también confirmó, en una entrevista televisiva, que firmará un decreto que frenará la posibilidad de aplicar cortes en el suministro de servicios públicos por falta de pago. La medida no solo incluiría la luz, el gas y el agua sino también la televisión por cable e internet. Además, podría anunciarse también un freno a los desalojos por falta de pago.

Como parte de las medidas de contención, la semana pasada ya se anunció un plus de 3.000 pesos por única vez para jubilaciones y beneficiarios de otras asignaciones, con el fin de paliar los efectos de la emergencia sanitaria dispuesta para contener la pandemia. Según detallado Anses, el bono alcanzará al 63 por ciento de los jubilados y pensionados y a más de 4 millones de beneficiarios de la asignaciones por hijo y embarazo. También adelantaron que se contemplarán dos meses de gracia para los beneficiarios de los créditos Anses, para aliviar la presión económica en este momento de crisis.

También regirá un sistema de precios máximos por 30 días para productos encuadrados en 50 categorías de alimentos, higiene y medicamentos. Los valores de referencia que se utilizarán son los vigentes al 6 de marzo. Por lo tanto, si hubo aumentos, deberán retrotraerlos.

A su vez, hubo anuncios para que el sector productivo no colapse. El plan contempla asistencia financiera por 350 mil millones de pesos, para capital de trabajo, compra de insumos y dar liquidez a la cadena productiva. El origen de los fondos surgirá de una regulación específica del Banco Central, que permitirá financiar a través de todos los bancos del sistema unos 320 mil millones. Los préstamos, a tasa preferencial del 26 por ciento anual, serán por un plazo de 180 días.