Ni recorte en los salarios de los futbolistas para moderar el impacto del parate en sus economías durante el parate, ni reestructuración del torneo o designación de fechas provisorias para el regreso a la actividad tras la cuarentena. Los dirigentes de los clubes de fútbol tienen un único objetivo entre manos por estos días y se llama Decreto 1212.

Al igual que muchas otras instituciones y esferas de la sociedad argentina, los clubes también sintieron, sienten y sentirán el paso de Mauricio Macri y cía. por el Estado. Y uno de sus yunques que pisa sus economías es la derogación del mencionado decreto, que significó un aumento en las cargas impositivas de las instituciones deportivas.

"Los contactos que tenemos hoy en día entre dirigentes van en un sentido: el reclamo de la restitución del decreto 1212, el que derogó Macri antes de dejar el gobierno, que hizo que aumentaran considerablemente los impuestos a todos los clubes",  reconoció este sábado el presidente de Lanús y miembro del Comité Ejecutivo de AFA, Nicolás Russo.

Sucede que la administración macrista modificó aquel decreto que databa de 2003 y otorgaba beneficios en el aporte de los clubes para la Seguridad Social. La alícuota aumentó primero del 2,5 al 6,5 por ciento y desde el 1 de enero pasado pasó al 7,25 con una última actualización que había sido autorizada con el decreto 530 del 1 de agosto de 2019.

"La reducción de salarios de los jugadores, la renovación de contratos, la reorganización de los torneos, los ascensos y descensos, han quedado en segundo plano, lo que pretendemos es la reducción de cargas impositivas. Esa decisión le quitó beneficios a las entidades deportivas que poseen colegios propios, perjudicándolas en recaudación y finanzas", alertó el dirigente granate en diálogo con la Agencia Télam.

Nicolás Russo, presidente de Lanús. (Crédito: Télam)

Aquella disposición presidencial de 2003, firmada entonces por el presidente Eduardo Duhalde a días de la asunción de Néstor Kirchner, tuvo el propósito de colaborar "con rebajas impositivas -según rezaba en los considerandos- para todos los clubes de fútbol y clubes de barrios comprendidos como asociaciones civiles sin fines de lucro", en reconocimiento a esas instituciones que prestan servicios a la comunidad y que por esa época aún sufrían los coletazos de la grave crisis de 2001.

El decreto 1212 reducía considerablemente las cargas impositivas, que con el tiempo y gobiernos posteriores se fueron actualizando, pero no al extremo de "ahogar a los clubes", en palabras de Russo, con mayores aportes por los salarios de jugadores profesionales, cuerpo técnico, médicos y auxiliares relacionados al fútbol.

La modificación de esa resolución, publicada en el Boletín Oficial en abril del año pasado, incrementó además las retenciones de ingresos por recaudaciones por venta de entradas, transferencias de futbolistas y derechos de televisión, entre otros puntos. Los perjuicios no sólo afectan a los clubes sino a la propia AFA en los ingresos generados por el seleccionado argentino.

"Lo que nos ocupa y nos preocupa a los dirigentes en este momento es la carga impositiva sobre los clubes", insistió Russo sobre una postura que la dirigencia adoptó en febrero pasado mediante el envío de un pedido formal de la AFA, con firma del presidente Claudio Tapia, al secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello.

Frente a esa prioridad y ante el contexto sanitario que atraviesa el mundo y el país, en particular, Russo relativizó las especulaciones en torno a cómo se resolverá la temporada futbolística que ingresó en un paréntesis por tiempo indeterminado. "No se puede planificar nada hasta que se pueda reanudar la actividad, lo que está supeditado a la disminución de las afecciones por el Covid-19", relacionó.

"Desmiento todo lo que se habla de la reorganización del fútbol, de cómo organizar las próximas competencias, de lo que pasará con la renovación de los contratos y la disminución de los salarios de los jugadores. Son chimentos sin asidero", definió Russo, quien aprovechó para tirar un dardo con destino incierto.

"Soy sincero, no se trató nada de eso, ni de los ascensos y descensos de las distintas categorías, son habladurías con las que algunos interesados buscan sacar determinadas ventajas", sentenció.