El 45,5% de los habitantes de la ciudad de Salta está por debajo de la línea de pobreza. Dentro de este porcentaje, el 7,9% de las personas se ubica por debajo de la línea de indigencia. Estos datos surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) correspondientes al segundo semestre de 2019.

El informe del Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) exhibe un cuadro de pobreza e indigencia crecientes en la capital salteña. De hecho, en dos años, desde el segundo semestre de 2017 al segundo semestre de 2019, la pobreza casi se duplicó, ya que pasó de 152.544 personas pobres a 287.187

Con estos números, Salta es el segundo conglomerado urbano del país con mayor porcentaje de personas pobres, e incluso se ubica por encima de la media nacional, que es del 35,5%. En cuanto a la indigencia, está apenas por debajo de la media del país, del 8%.

Solo Concordia, en Entre Ríos, supera los porcentajes de Salta. Las ciudades de Santiago del Estero y La Banda, que se encuestan como un solo conglomerado, se ubican en tercer lugar en cuanto a porcentaje de personas por debajo de la línea de pobreza, del 45,2%.

Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noroeste (NOA) y Noreste (NEA)”, señala el informe, que precisa también que las regiones con menor incidencia de la pobreza son la Pampeana y la Patagonia.

La línea de la pobreza y de la indigencia se miden teniendo en cuenta la capacidad de una familia tipo para acceder con sus ingresos monetarios a la canasta básica total y a la canasta básica alimentaria. La canasta básica total comprende un conjunto de productos y servicios básicos, mientras que la canasta básica alimentaria comprende las necesidades básicas proteicas mínimas para alimentarse. 

Del total de 630.557 personas que habitan en la ciudad de Salta, 287.187 no obtienen los ingresos necesarios para cubrir la canasta básica total y, de éstos, 49.528 personas ni siquiera pueden cubrir las necesidades básicas alimentarias.

Una comparación desde 2017 muestra que la población salteña ha sufrido las consecuencias de políticas públicas que la empobrecieron. En el segundo semestre de 2017 (el famoso segundo semestre del gobierno de Mauricio Macri), 24,8% de las personas estaban por debajo de la línea de pobreza. En el primer semestre de 2018 el porcentaje subió al 26,4; en el segundo semestre de 2018, ascendió al 37,7. Y en el primer semestre de 2019, llegó al 41,8% de personas.

Consecuentemente, hubo también un alza de la indigencia. En el segundo semestre de 2017 el 3,5% de las personas estaba por debajo de la línea de indigencia. En el primer semestre de 2018 el porcentaje de habitantes de Salta indigentes alcanzó el 3,8; en el segundo semestre de ese año, llegó al 5,9%. Y en el primer semestre de 2019, el porcentaje ascendió al 7,7 del total de habitantes de la ciudad. 

La EPH deja otro dato inquietante, y que expresa con mayor claridad la crueldad de la realidad del aumento de personas pobres e indigentes, en el país se verificó que pobreza e indigencia afectan sobre todo a niños y niñas menores de 14 años. 

A propósito, la EPH solo mide grandes conglomerados urbanos, por lo que no se conoce la situación en el resto de la provincia, pero para tener una idea de la situación se puede tener presente que en los departamentos Orán, San Martín y Rivadavia, en el norte provincial, está declarada la emergencia socio sanitaria por las muertes por desnutrición de niños y niñas del Pueblo Wichí