La pandemia transformó la vida cotidiana de todos los argentinos. El aislamiento preventivo obligatorio configuró un escenario impensado, inédito para los tiempos modernos. En esta emergencia sanitaria que atraviesa la Argentina y el mundo, la importancia social del Estado se puso en evidencia más que nunca. En ese aspecto, los medios públicos demostraron su relevancia en la articulación de otras políticas, fundamentalmente en el área educativa. A partir del plan “Seguimos educando”, los medios públicos se pusieron al servicio del sistema educativo, como complemento escolar en tiempos de coronavirus. “Los medios públicos están a la altura de las circunstancias, mostrando sensibilidad y reacción frente a las demandas de este momento”, afirma Claudio Martínez, el actual Subsecretario de Medios Públicos de la Nación, en la entrevista con Página/12.

Una situación inédita necesitaba respuestas distintas. La suspensión de clases como medida preventiva frente al Covid-19 encontró en la TV Pública, Encuentro, Pakapaka, Radio Nacional y la Agencia Telam espacios desde los cuales los escolares y los padres pueden seguir con el proceso de aprendizaje y enseñanza a distancia. La política conjunta entre el Ministerio de Educación de la Nación y la Secretaría de Medios y Comunicación Pública comenzó el miércoles su segunda fase, con 14 horas de contenidos televisivos que se emitien por la TV Pública, Pakapaka y Encuentro, y las 7 horas que se difunden por Radio Nacional (AM 870). Todas producciones que se enmarcan dentro de los lineamientos de enseñanza y programas específicos de los distintos niveles educativos, desde las salas de 4 y 5 años, hasta el final de la escuela secundaria.

“Partimos de la base de que la escuela es irremplazable. No hay dispositivo tecnológico que pueda replicar lo que ocurre en un aula cuando se encuentran los docentes y sus alumnos”, cuenta el periodista y productor televisivo, devenido en funcionario desde diciembre. “La idea que desarrollamos junto al Ministerio de Educación es la de elaborar una serie de herramientas que den contención a los chicos durante la cuarentena, que acerquen contenidos educativos a través de la televisión y de la plataforma digital seguimoseducando.gob.ar y que funcionen como un ordenador de las rutinas familiares alteradas por esta crisis”, subraya el ex productor de ciclos como Científicos, Industria argentina y Alterados por Pi, entre otros programas educativos, científicos y culturales.

-“Seguimos educando” tuvo una primera etapa en la que sumaron conductores y organizaron franjas con contenido de archivo. Para esta segunda, agregaron horas, material producido y a los docentes. ¿Por qué tomaron esta decisión?

-Percibimos que la cuarentena podía extenderse y que era necesario profundizar lo que habíamos hecho en la primera etapa. Es decir, agregar horas para cada uno de los siete niveles educativos y reforzar la presencia de los docentes en pantalla y en la radio. En la primera etapa fueron cuatro horas diarias, con un grupo de conductores que presentaban contenidos educativos producidos por Canal Encuentro y Paka Paka. Ahora vamos con 14 horas diarias, con docentes interactuando con los conductores, con un formato más cercano a una clase escolar, pero con elementos y recursos audiovisuales que le darán dinámica televisiva y los harán atractivos para toda la familia. En la radio serán siete horas diarias, también con la interacción entre docentes y conductores, sumando materiales didácticos en audio.

-¿Cómo desarrollaron los contenidos de TV y radio con los lineamientos de la currícula de cada nivel y jurisdicción? ¿Quiénes trabajaron en el diseño del plan?

-En eso se trabajó en conjunto con el Ministerio de Educación. Hay una larga tradición de tarea articulada entre el ministerio y los canales educativos.

-¿Cree que las pantallas pueden transmitir conocimiento curricular con la misma eficacia que la clase en el aula, o se trata de una herramienta de emergencia?

-Por suerte hace 15 años a alguien se le ocurrió que la Argentina tenía que tener canales educativos. Esa idea, proyectada en el tiempo y sólo interrumpida por las políticas del gobierno de Cambiemos, nos permitió reaccionar rápidamente frente a esta crisis. Hay una historia, un grupo de trabajadoras y trabajadores, un entrenamiento, un conjunto de saberes y un archivo de contenidos educativos que nos facilitaron las cosas. Encuentro y Paka Paka tienen una tradición y una capacidad natural para interactuar con el sistema educativo. Para eso fueron creados y ahora muestran su valor. De todos modos, hay que decir que estas herramientas son complementarias de lo que debe darse en el aula. Estamos poniendo en marcha recursos de emergencia.

-¿Qué trabajadores participaron de la producción de los contenidos?

-Participan todos los trabajadores de los medios públicos, tanto de la TV Pública, como de Radio Nacional, Canal Encuentro, Paka Paka, DeporTV y la Agencia Telam. Además, estamos utilizando todos los recursos humanos de la Secretaria de Medios y Contenidos Públicos. Además, se están tercerizando algunos servicios. No hay que olvidar que uno de efectos virtuosos de la creación de los canales educativos fue el impulso de una industria PYME audiovisual que se especializó en la producción de contenidos específicos para estas señales. Esos también son saberes acumulados que resultan útiles en esta coyuntura.

-En la era digital como la actual, ¿es posible pensar que esta situación de emergencia termine acelerando y profundizando la inclusión de la tecnología en las aulas?

-Si, es posible. En principio diría que esta situación nos enfrenta una vez más a las desigualdades en el acceso a la tecnología y a la conectividad, lo cual genera una brecha en el acceso a la educación. Basta ver cómo el impacto de las políticas públicas se hace más evidente en estas crisis. Si el gobierno de Cambiemos hubiera mantenido el plan Conectar Igualdad, continuando con la entrega de netbooks, hoy tendríamos mejores herramientas para enfrentar la emergencia educativa que impone la pandemia.

-¿Cree que en algún punto esta respuesta educativa-mediática reivindica el papel de los medios públicos?

-Absolutamente. Creo que los medios públicos están a la altura de las circunstancias, mostrando sensibilidad y reacción frente a las demandas del momento.

-Tiene una larga experiencia como productor de programas de “edutainment” (educación y entretenimiento), ¿considera que se trata de un género que no puede faltar en los medios públicos? ¿Por qué?

-Sí, la lógica y el rol de los medios públicos no es la de los medios privados. Hay una misión más vasta, más compleja, que supone un sutil acompañamiento de las políticas de Estado, no necesariamente de un gobierno. Cuando digo sutil, me refiero a que no debe ser un lugar para que hablen los funcionarios sino que debe ser un espacio para que se expongan y se debatan las políticas de interés público. Ahí no pueden faltar los programas de educación, medios ambiente, ciencia, género, adicciones y discriminación, entre otros.

-¿Por qué aceptó el desafío de ser subsecretario de Medios Públicos después de tantos años en el mundo privado?

-Porque me convenció la mirada que tiene el Gobierno sobre los medios públicos. Me sentí cerca de esa idea que rechaza el sectarismo y que concibe a los medios públicos como una herramienta de fortalecimiento ciudadano.

-Existe una tensión sobre el rol de los medios públicos. Hay quienes piensan que deben tener un papel secundario, poniendo en pantalla temáticas, perspectivas y géneros que no emiten los privados, y otros que consideran que deben ser competitivos. ¿Cuál es su posición?

-Los medios públicos tienen una variedad de caras y objetivos. No es lo mismo Telam que Pakapaka. Sin embargo, hay una decisión que los atraviesa: el servicio a la comunidad, el pluralismo, el federalismo, el respeto a las audiencias, a la diversidad. Los medios privados les hablan a consumidores, los medios públicos les hablan a ciudadanos. Los medios privados tienen que vender para sobrevivir, los medios públicos tienen que servir a la población para tener sentido. Los medios privados deben ser conservadores a la hora de buscar y consolidar sus audiencias, los medios públicos tienen que ser laboratorios de innovación para contribuir al desarrollo cultural.