Otra jornada conflictiva para el Gobierno: los movimientos sociales tomarán hoy las calles de todo el país para exigir la implementación de la ley de Emergencia Social, aprobada en diciembre del año pasado por un acuerdo entre el oficialismo y un sector de la oposición. Más de 300 calles y rutas serán cortadas, incluyendo accesos a la ciudad de Buenos Aires y arterias céntricas en las principales ciudades. También habrá asambleas y ollas populares. Es el primer paso de un plan de lucha diseñado por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, la Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie. Mañana tendrán una reunión con funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social para escuchar respuesta al reclamo.

El epicentro de las protestas estará en la capital del país, que amanecerá con un corte desde las 7 en la esquina de Callao y Corrientes, donde confluirán las tres organizaciones para dar comienzo a la jornada de lucha. Luego, se dispersarán para continuar, desde el mediodía, cortando los principales accesos a la CABA: habrá piquetes en Puente Pueyrredón, Puente La Noria, Panamericana y ruta 197, Acceso Oeste, y en la Autopista Buenos Aires-La Plata. Los cortes se replicarán en las ciudades más importantes de todas las provincias del país, según anuncian los organizadores.

Ayer hubo un anticipo de lo que puede vivirse hoy, cuando un grupo de movimientos sociales que no forman parte de la entente que negoció la ley de Emergencia Social protestó para que se les permita sumarse a la mesa de diálogo. Se trata del Frente de Organizaciones en Lucha, encabezado por el MTD Aníbal Verón, que cortaron el cruce de la Avenida 9 de Julio y Belgrano, frente al Ministerio de Desarrollo Social, para protestar porque “se restringe su participación” en los acuerdos entre el gobierno y las organizaciones para implementar los planes de ayuda.

“Con los beneficios al campo los resultados fueron rápidos pero para reglamentar la ley de Emergencia Social tardaron tres meses”, se quejó ayer Emilio Pérsico, referente del Movimiento Evita, que participará de las actividades de hoy. Para Pérsico, si bien el Gobierno tuvo “muchos compromisos” con las organizaciones sociales, “en cada una de las áreas, el cumplimiento fue escaso”. Por eso, pidió que los funcionarios a cargo se pongan “a laburar y a resolver rápidamente esas cuestiones”.

Sobre las protestas, el dirigente social anticipó “una movilización grande porque se sumaron muchas organizaciones que no formaban parte del frente” que impulsó la ley de Emergencia Social y explicó que además de los cortes de calles y de rutas “cada organización adoptará distintas modalidades” por lo que habrá en distintos puntos del país “ollas populares” y “comedores que saldrán a las plazas de cada ciudad con los pibes”. También se prevén asambleas donde se discutirán los siguientes pasos del plan de lucha.

El principal reclamo será la implementación “inmediata” de la norma votada en diciembre, que prevé 30 mil millones de pesos en gasto social para los próximos tres años además de habilitar otra serie de medidas para paliar la creciente pobreza y los números de desocupación que crecen mes a mes. El gobierno recién reglamentó la ley el viernes pasado, intentando desactivar las medidas de fuerza anunciadas, pero en los movimientos sociales hay desconfianza en cómo y cuando comenzarán a ponerse en marcha los planes comprometidos en el Congreso.

Desde el gobierno apuestan al diálogo para desarticular las protestas. Por eso, mañana, la ministra Carolina Stanley recibirá a las organizaciones para presentarles el plan oficial para implementar la Emergencia Social. Entre las reivindicaciones exigidas por las organizaciones está la creación de 400 mil puestos de trabajo en cooperativas, un piso salarial mínimo equivalente a la canasta básica alimentaria, la finalización de viviendas, entrega de lotes y un programa de agricultura familiar.