De Latinoamérica Piensa

Mientras el presidente brasileño realizaba un ayuno religioso nacional junto a pastores evangélicos, cientos de sus seguidores rompieron el aislamiento social en Sao Paulo para rechazar las medidas de prevención dictadas por el gobernador de ese estado ante la pandemia.

En la ciudad más poblada del país y que concentra el mayor número de casos por el COVID-19, los bolsonaristas ondearon este domingo la bandera de Brasil y lucieron sus camisetas verdes y amarillas. Mediante arengas lanzadas a través de megáfonos, criticaron la gestión del gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria. mientras levantaban una pancarta en la que pedían su destitución y donde lo calificaban como una «vergüenza» y una «desgracia» para Brasil.

Los manifestantes, entre ellos varios adultos mayores que integran el grupo de riesgo, comenzaron las protestas en la icónica Avenida Paulista y luego marcharon hacia la Asamblea Legislativa.

Doria y Bolsonaro han mantenido en las últimas semanas un duro enfrentamiento público a raíz de las medidas de aislamiento social para contener la multiplicación de los casos de la enfermedad del COVID-19.

Mientras el gobernador del estado más poblado e industrializado de Brasil es partidario del confinamiento para frenar la propagación del virus, Bolsonaro se opone a la restricción, promueve el regreso de la gente al trabajo y hasta ha llegado a calificar como «crimen» a las cuarentenas que rigen en algunos de los 27 estados del país.

El presidente ultraderechista considera que la enfermedad causada por el coronavirus es una «gripecita» y es partidario del llamado aislamiento vertical, es decir de la cuarentena solo para personas mayores o para los grupos de riesgo, así como del reinicio de las clases y la reapertura del comercio como forma de proteger el empleo, una de sus mayores obsesiones en medio de la pandemia del coronavirus.

Bolsonaro incluso llegó a sugerir que podría ordenar mediante un decreto la reapertura del comercio esta misma semana e insinuó un posible despido de su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, médico de formación y defensor del distanciamiento social.

Su polémica posición para enfrentar el coronavirus le ha valido una fuerte crítica a su gestión, avalada tan solo por el 33 % de los brasileños. No obstante, según un sondeo divulgado este domingo por la firma Datafolha, la mayor parte del pueblo brasileño (59 %) piensa que el presidente no debe renunciar a su cargo y un 52 % opina que tiene las condiciones para seguir gobernado.

Brasil cuenta hasta ahora con más de 11.000 infectados de coronavirus y ha registrado 486 muertes por la enfermedad.

Contra el coronavirus, ayuno y oración

Este domingo Bolsonaro encabezó un ayuno religioso nacional para pedir que el país supere la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.

La convocatoria, anunciada por Bolsonaro desde el jueves, fue reforzada el sábado con un video divulgado en las redes sociales donde el mandatario y varios pastores invitan al pueblo brasileño a participar en la «mayor campaña de ayuno y oración vista en la historia de Brasil».

Con una duración de poco más de cuatro minutos, el video, publicado en la página de Facebook del mandatario, es narrado por un locutor que asegura que «los más grandes líderes evangélicos en este país han respondido a la santa proclamación hecha por el jefe supremo de la nación, el presidente Jair Messias Bolsonaro». Según la grabación, el líder de la ultraderecha en Brasil llamó al «ejército de Cristo para la mayor campaña de ayuno y oración jamás vista en el país».

En una mezcla de imágenes y testimonios de pastores, el video también retoma versículos de la Biblia que hacen alusión a Dios como el gran guerrero y pide que la grabación sea compartida y divulgada para que más personas se unan el domingo en oración.