Sin siquiera cumplir un año en el cargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Dominic Raab, se convirtió en el reemplazo del primer ministro Boris Johnson mientras éste permanezca en cuidados intensivos, en plena crisis sanitaria por el coronavirus. Abogado euroescéptico y liberal surgido de las filas más derechistas del Partido Conservador, Raab fue una de las figuras más prominentes en el caótico proceso del Brexit, finalmente cristalizado por Johnson a fines de enero gracias a una aplastante mayoría parlamentaria lograda en los comicios anticipados de diciembre. En una rueda de prensa vespertina, Raab aseguró que no volvió a hablar con el primer ministro desde el pasado fin de semana. El jefe de la diplomacia británica presidió esta mañana la reunión diaria para coordinar la respuesta a la pandemia.

Hijo de un judío checo que llegó a Gran Bretaña en 1938 a los 6 años como refugiado, Raab está casado con Erika Rey-Raab, una ejecutiva de marketing brasileña con la que tiene dos hijos, Peter y Joshua. Su padre murió de cáncer cuando Dominic tenía 12 años, y su madre lo crió en la Iglesia anglicana. Estudió derecho en la Universidad de Oxford y luego obtuvo un master en la de Cambridge. Fue abogado internacional de la firma legal Linklaters de Londres, antes de integrar al ministerio de Relaciones Exteriores en 2000 como asesor.

En 2003, Raab fue destinado a La Haya para dirigir un equipo del Foreign Office dedicado a llevar a criminales de guerra ante la justicia, incluidos el serbio Slobodan Milosevic, el serbobosnio Radovan Karadzic y al liberiano Charles Taylor. Entre 2006 y 2008 trabajó como jefe de personal de Davis cuando este era vocero de Interior del Partido Conservador de May, por entonces en la oposición.

El jefe diplomático de 46 años ingresó al Parlamento en 2010 ocupando el escaño de la muy conservadora circunscripción de Esher y Walton, al suroeste de Londres, y un año más tarde fue elegido el mejor nuevo diputado en los premios que entrega la revista The Spectator. Al año siguiente, Raab enfureció a la entonces secretaria del Interior, Theresa May, al describir a algunas feministas como "intolerantes odiosas" en un artículo subido a la web en el que también afirmaba que los hombres estaban recibiendo "un trato desagradable". May lo acusó de alimentar la "guerra de género", recordó la BBC.

En 2015, Raab fue nombrado secretario de Estado de Libertades Civiles, pero perdió el puesto tras la renuncia de David Cameron por el resultado del referéndum de 2016 sobre la Unión Europea. En 2017, Raab fue calificado de "ofensivo" por el entonces líder demócrata liberal Tim Farron después de decir que "el usuario típico del banco de alimentos no es alguien que languidece en la pobreza; es alguien que tiene un problema de cash flow (flujo de efectivo)". 

Ese mismo año, May lo recuperó para puestos secundarios en el gobierno y en julio lo ascendió a uno de los puestos más temidos en Londres, ministro para el Brexit.  Sin embargo, su mejorada relación con May no duró mucho. En noviembre de 2018, renunció, criticando su posición sobre el Brexit. Raab argumentó que no podía "en buena conciencia" apoyar el acuerdo de "respaldo" diseñado para evitar una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte. "Necesita usted un ministro del Brexit que pueda defender el acuerdo con convicción", agregó en su carta de renuncia.

El 24 de julio del año pasado, Raab se convirtió en secretario de Asuntos Exteriores y primer secretario de Estado. El nuevo trabajo le asignó un importante perfil internacional, superado solo por el de Johnson. 

Pese a estar internado en terapia intensiva, el gobierno insiste en que el primer ministro espera regresar a Downing Street "lo antes posible". Pero el exjefe del servicio civil, Lord Kerslake, argumentó que puede ser "sensato" que Johnson "retroceda" si no está lo suficientemente bien como para desempeñar el cargo. Si esto sucede, Raab tendrá la tarea de manejar posiblemente la mayor crisis que enfrenta el Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial.