Un domingo, el presidente pide por cadena nacional que debemos seguir con el aislamiento preventivo y obligatorio y enseguida pienso en mi amigo Horacio Occhi artista visual y productor de dulces que vive en Aluminé, un pueblo de 7 mil habitantes, ubicado a 300 km de la capital Neuquina. En mapudungun significa “cuenco brillante", en su campo funciona una fábrica de dulces artesanales y una residencia para artistas en los meses de verano. Es el lugar más maravilloso que conozco. Me pregunto si se sentirá bien tan solo, si tiene las provisiones básicas y si su cabeza podrá con esta reseteada mental individual y colectiva. Lxs sureñxs sabemos de aislamiento, encierros, tormentas de viento, de palear metros de nieve en la puerta de nuestras casas, de saltar por la ventanas, de pasar días sin luz ni gas. Días después de iniciada la cuarentena nos llamamos por teléfono, con poca señal y gritamos en el medio de las montañas como el castor de los memes.

Amigo… ¿Vos cómo la llevas?

Mirá, yo vivo en un patio de 8 hectáreas y tengo 15 kilómetros de distancia hasta un tipo de control para un lado, y 45 kilómetros hacia el otro. Como siempre “en el medio” todes podemos transitar. Si esto para algunos puede resultar el paraíso, ahora es el museo de lo que era. Pienso que a esta altura lo más importante es que salga el sol diariamente y que no nos metan preses por curioses.

¿Y otro deseo?

Que se acabe la cuarentena y con el tiempo también se termine el hábito de la esterilización, porque este aroma ascéptico me hace acordar al índice de alcoholismo y a la atmósfera de mi pieza después de un sábado salvaje.

¿Que te resulta más difícil de sobrellevar?

Lo económico no es el tema aquí: si sigue lo del control, obsequiamos un dulce de mosqueta, unos barbijos y listo, pero ver a un amigo y tener que respetar el metro y medio no lo soporto. En el pueblo somos tan pocos, que a la gente la conocés por la espalda, imaginate si vas a covidear a lo de une amigue un rato para no enloquecer y ve tu auto une enemigue en la puerta. ¡Escándalo! Lo tenés a Raphael vivito y coleando cantándote el hit. Ahí va el tip de llevarse bien en comunidad, más que el tip de la calidad de persona que sos...

Los hábitos son muy distintos que en las ciudades.

¡Y claro! Acá como primera te dan la mano, bien fuerte para que te quede el corona enlazado y después un buen mate, eso sí, calentito para matar a los viruces. La primer pregunta es cómo meterse en eso de la internet para cobrar los $10.000. Nadie cree en un virus porque no se ve, acá hay chivas, vacas, caballos y ovejas, nació una ternerita y le pusieron Pandemia, nos reímos, no tenemos mucho que perder. Plata, bienes, planes futuros, acá se vive más el presente, se nace, se vive y se muere, hasta la ironía es ridícula.

LO QUE SE VE NO SE PREGUNTA 

Horacio se recibió en 1993 de Armador Gráfico en  Mar del Plata, viajó por Europa “buscando un continente más evolucionado que el de salir el fin de semana y drogarse para luego trabajar de lunes a viernes pero no lo encontró, los humanos viven en todos lados y hacen lo mismo en cualquier parte del planeta”. Produce dulces de leche de oveja y de frutas finas, da clases de Conservación de Alimentos en una escuela para adultos y en un secundario. Si sus alumnos le preguntan, profe ¿a usted le gustan las mujeres o los hombres?  él les contesta “¿te parece que hace falta preguntarme?” y ahora cuenta: “nunca me sentí discriminado por mis orientaciones sexuales, siempre me sentí marginal por mi forma de ser y tanto a mí, como a cualquier amigue le costó encontrar algún ser humano donde apoyarse”.

Por diez años estuvo en una relación con una convivencia rancho aparte, ahora vive solo, la mitad del año se dedica a la producción y a la enseñanza, la otra mitad trabaja en su taller, tiene muchas enciclopedias antiguas de las cuales recorta y arma un amplio banco de imágenes que luego con la técnica de la pintura realiza collages. Son imágenes futuristas, bizarras, con mundos inventados en los que aparece el interrogante sobre la relación del humane con la naturaleza. Y como él dice:  “Estar acá donde vivo me sirve para profundizar, hacer links, investigar, dormir de día, desayunar a las tres de la mañana, ver la nieve, entras en una y tenes que agarrarte bien fuerte. Después las tormentas se calman y podes disfrutar de lejitos eso que hiciste y compartirlo”

Pienso en los afectos, ya era difícil “conectar” en el viejo mundo... ¿Cómo crees que se van a generar esos encuentros?

Creo que van a ser más express, del tipo arácnidos, onda pintó, se acaba el mundo, agachate, parate, sacate, te meto corona chochona y a rezar por las vacunas. Tal vez se te necrosa el sexo, te lo amputan y ya, si todo es plata, sexo y muerte. ¿Exagero un poco no? ¡Antes que encerrade: liberade! Olvidate eso de admirar al Adonnis o la Venus en la cama, acariciarle lentamente, disfrutarle de a poco, la cena, la luz tenue. Medio que va a pintar que da lo mismo cualquier cosa, algo calentito para arrimar y todo bien.

Por momentos me parece hermoso imaginar el futuro, por otros lo siento como una granada mental. ¿Qué imaginas que va a ingresar a la clandestinidad en el nuevo mundo?

En mi generación, tenemos un máster en clandestinidad, desde que quise blanquear un hombre en los ochenta y era imposible. Sumado a las miles de mentiras...  El futuro, que es ayer, va a ser lo mismo pero ultra digitalizado, hay que cambiar, asociarse con jóvenes porque hay que aprender a hackear.

Leí un texto de Bifo que dice “No volveremos a la normalidad. Lo normal nunca volverᔿPor qué intentamos aferrarnos a él y creer que todo volverá a ser como antes?

Tenemos miedo que vuelva a suceder de lo peor, más. Y hablamos que el miedo es una barrera que nos impide bla bla bla... pero miedo tenemos todos los que pasamos “El Club de los 27”, si no seríamos Amy, Jim, Jimmy, Janis, Kurt. ¡Ni Whitney zafó, que era de otra generación...con la voz angelical que tenía!

Por estos días, abundan los que recomiendan qué hacer, seguro vos que ya vivís encuarentenado tengas estrategias más piolas,

Siempre que hay adversidad, me cuido de la salud (que risa me da esa frase, parece que tuviera miedo de que venga). Pero para estar solo tenes que estar bien del cuerpo y de la mente, porque no podes depender de nadie. Ahí está lo que decías: un metro de nieve, cenizas del volcán, sin internet. Estar con las defensas altas despejado y arriba siempre nos va a servir. Depender menos de los servicios del estado, etcéteras. No está de más pensar en la soberanía alimentaria, el medio ambiente y aplicar esas técnicas. Lo mismo pienso para les de la urbe: cuánto menos se dependa y se cuide mejor para todes. Ay, ahora me vino un un poco de fé. Debo tener algo de fiebre, me voy a tomar la temperatura.

¿Te acordas de esos juegos en los que tenías que elegir objetos para sobrevivir en una isla? ¿Si tuvieras que llevar cinco cosas? 

El celular más cheto del mundo, un panel solar, un paquete con semillas, un cuchillo de rambo y fuego.