El proyecto colectivo "Puertas Adentro" nació por iniciativa de seis fotógrafos independientes que buscan visibilizar el aislamiento y la reinvención de lo diario en cuarentena. Sin poder salir y sin desempeñarse en sus respectivos trabajos audiovisuales, cada día interpretan sus vivencias en una imagen y la publican a modo de diario visual en sus redes sociales.

"Si hay algo que la situación actual puso en jaque para todos fue revisar nuestra propia existencia en el marco del aislamiento social”, señalaron los fotógrafos en un texto difundido. Ante ello, cada imagen que retratan diariamente resultó el descubrimiento y la aceptación de “nuevas maneras de comunicarnos con el exterior y con nosotros mismos desde lo humano, personal y laboral".

Max Hanne, de 27 años, contó a Salta/12 que el proyecto mostró un desafío "con temáticas y técnicas, pero siempre tratando de llevar una idea y un concepto común a todo”. El trabajo se inició hace catorce días y algunos de los temas que abordaron fueron las ganas de salir, el punto de apoyo y la economía.

El colectivo está integrado por Hanne, Lautaro Pereyra, Horacio Corimayo, Erre Elías, Inés Verdini y Tomás Cinta Easdale. Hanne afirmó que también se trata de “compartir y ver cómo está el otro”. En cuanto al desafío, explicó que “no es fácil hacer contenido en tu casa, no tenés locación, un modelo o todos tus equipos” cuando sus trabajos involucran lo social y lo publicitario.

La propuesta también se basó en la apuesta de reinventarse como “creadores de contenidos” desde sus casas. Ahí tomó importancia la presencia de las redes sociales para “mantener nuestra existencia virtual”. “Existe una veta expresiva que está, porque a diario estás sacando fotos incluso por fuera del oficio”, sostuvo.

El fotógrafo afirmó que dentro de este contexto de pandemia y aislamiento obligatorio se presenta “lidiar con lo anímico y lo incierto”, aunque en la mayoría de los casos esos estados sirven para usarlos como “disparador y de alguna manera, canalizarlo y ver cómo nos involucramos en estas nuevas maneras de vivir”.

Cuando en el día 10 de la cuarentena retrataron la economía, Hanne dijo que “fue interesante cómo cada uno decidió mostrarlo”, contó que pensar la economía siendo trabajadores autónomos “es bastante duro”. 

El proyecto se visibiliza a través de las cuentas de Instagram de cada uno y aparecen en la sección de historias destacadas. El colectivo dejó una puerta abierta para que en un futuro puedan realizar una publicación o una muestra

Hanne se desempeña como fotógrafo de espectáculos en la capital argentina. Fue formado bajo la tutela de Guido Rearte en Salta y posteriormente se fue a Buenos Aires. Paralelamente, realiza trabajo autoral, expuso en muestras colectivas y fue finalista en el Premio Pro Cultura al Artista Joven del 2019. Su cuenta de Instagram es: @maxihanne

En el caso de Erre Elías, de 30 años, su trabajo se destaca en la fotografía publicitaria y de moda. También se formó en Salta y Buenos Aires y trabaja activamente desde 2010. Integra además el equipo de cátedra de la materia Fotografía en la Universidad Nacional de Salta. Su cuenta personal es: @erre_elias. 

Por su parte, Inés Verdini de 30 años es la única integrante oriunda de Buenos Aires. Además de ser fotógrafa es editora de contenidos y tiene un extenso trabajo en el ámbito editorial y autoral. Su Instagram es: @inesverdin.

Horacio Corimayo, de 38 años, es un reconocido músico salteño e integra bandas como Luka Makonia y New Rusia a la Vinagret. En su caso, incursionó en la fotografía en 2016 y desde entonces se destaca como retratista y fotógrafo social. Su Instagram es: @fotohache

Los dos integrantes más jóvenes, ambos de 21 años, son Lautaro Pereyra, fotógrafo de moda, social y retocador, que comenzó a trabajar a los 16 años y actualmente estudia publicidad en la Ciudad de Córdoba. Su Instagram es: @lautaropereyra_. El otro es Tomás Easdale, un fotógrafo emergente especialista en retratos. Su trabajo lo publica en: @tce.fotografias.

Hanne aseguró que el proyecto “no es algo netamente documental sino que estamos ahondando en la veta expresiva”. Indicó que no solo se busca comunicar lo que se ve en la fotografía sino “que se encuentre un sentido más allá”, y la mirada del otro. “Ahí se cierra el círculo. Hasta que alguien no lo ve o siente algo, solo es una conversación incompleta”.