"Es importante entender que el uso del barbijo no es una medida aislada, la base continúa en lo que se sabe que es efectivo como el lavado de manos y el distanciamiento social", indicó Pía Machuca, médica infectóloga y coordinadora de la Comisión de Emergentes y Enfermedades Endémicas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), consultada por Página/12 sobre las medidas tomadas en distintas jurisdicciones del país para hacer obligatorio el uso del tapabocas. Por su parte, un grupo de investigadores del Conicet concluyó este lunes que la utilización de barbijos contribuye a prevenir la propagación del virus.

"Los barbijos que utiliza el personal de salud, tanto los quirúrgicos como los N95, son un recurso finito, por lo que ante estas nuevas medidas es importante que la población no salga a comprar esos barbijos, cada uno que se compra es uno menos para el personal de salud", agregó Machuca. La experta aconsejó "que la población haga los barbijos caseros". "En internet hay muchos tutoriales que explican muy bien cómo hacerlos. Eso haría que todos podamos optimizar los recursos y que los barbijos profesionales queden para el personal de salud", señaló. 

Del mismo modo se expresó el grupo de investigadores del Conicet liderado por Diego Libkind. El equipo estudió en las últimas semanas la bibliografía concerniente a la efectividad del uso del barbijo en el marco de la pandemia de Covid-19 y la conclusión fue que su uso contribuye a apaciguar los contagios. Desde el grupo insistieron en que los tapabocas utilizados por la población no deben ser los de uso profesional.

Libkind brindó una serie de consejos para la elaboración casera de tapabocas. “Un barbijo casero tiene que cumplir ciertas condiciones: primero que quede cómodo y sea fácil de retirar por los elásticos, para evitar tocarlo o acercar las manos a la cara. Tiene que ajustarse bien y dar una buena respirabilidad y además debe ser reutilizable para asegurar la disponibilidad”, detalló.

Con respecto a la efectividad de los barbijos, el investigador aseguró que “lo importante es reducir las pequeñas gotas que podemos expeler, sobre todo teniendo en cuenta que la infección inevitablemente va a ocurrir y muchos casos serán asintomáticos. Con un tapaboca higiénico los propagadores serán más reducidos”. Sin embargo, Libkind también aclaró que "un barbijo no te hace inmune a que el virus ingrese al organismo, lo que hace es reducir la emisión y la propagación al ambiente para que otros no lo capten y se infecten”. 

En este sentido, la infectóloga Machuca advirtió que "la utilización del barbijo puede causar una falsa sensación de seguridad y eventualmente al manipularlo se pueden cometer errores, al tocarse la cara por ejemplo". Por ello, remarcó, "es importante continuar con las medidas que la evidencia científica ya dejó claro que son efectivas: seguir con el lavado de manos, el distanciamiento social y toser en el pliegue del codo".

Informe: Santiago Brunetto